Barclays ha emitido un informe que supone
el acta de defunción del mercado 'fácil' que hemos tenido desde 2009
en todo el mundo (y en España desde nuestro rescate en 2012). Con el título
'Contén tu entusiasmo', su equipo macroeconómico da por terminada esta era y
advierte de que a partir de ahora vamos a tener muchos más sustos como los de
agosto y septiembre. Aunque cree que todavía queda dinero por ganar en los
próximos meses, está convencido de que a medida que avance 2016 las cosas serán
cada vez más difíciles.
"Cuando se escriba la historia de los mercados
financieros posterior a la crisis de 2008, los historiadores probablemente
mirarán a los últimos cinco años con profunda nostalgia. Aunque no han estado
exentos de contratiempos (la crisis soberana europea, los escándalos de
manipulación de mercados o la huida del riesgo ligada a China en agosto), la fórmula
para ganar dinero era simple: te mantenías largo (alcista), comprabas
en los recortes y esperabas a que el crecimiento estable, la baja inflación y
la política monetaria ultralaxa hicieran su magia", escribe Ajay
Rajadhyaksha, jefe de análisis macro del banco británico.
Este analista añade que la selección de activos ('asset
allocation') tampoco ha sido determinante, puesto que al final tanto la bolsa
como los bonos lo han hecho bien en este periodo. Es decir, invirtieras en lo
que invirtieras, ganabas siempre. Ahora bien, a continuación señala que "2015 ha sido el primer año
en que esta aproximación ha mostrado sus limitaciones, con decepcionantes
rentabilidades tanto en las acciones como en la deuda". "Vemos
esto como el inicio de una nueva tendencia, con dos catalizadores
('drivers') que se mueven lentamente pero enormemente importantes: China y la
Fed".
Cuando escriban la
historia de los mercados posterior a la crisis de 2008, los historiadores
mirarán a los últimos cinco años con nostalgia
En el caso de China, expone las mismas
preocupaciones que se pusieron de manifiesto en la última 'Round Table' de Cotizalia: la necesidad de pasar de una
economía basada en la inversión y las exportaciones a otra basada en el consumo
y los servicios, y la dificultad para que esta nueva fuente de demanda supla a
la antigua sin una caída de la actividad. A lo que añade que, aunque los
servicios crezcan con fuerza, como su efecto es básicamente local, el fin de la
'vieja economía' tendrá un impacto muy duro en el resto del mundo.
No obstante, considera que se trata de un proceso lento que tardará varios
años, frente a los pesimistas que esperan un desplome en breve. "Pero
habrá una volatilidad significativa de los datos entre trimestres, los
inversores seguirán nerviosos por la respuesta política y es probable que se
repitan episodios como los de agosto".
¿Y si la Fed se va al 3,5%?
En cuanto a la Fed, Barclays hace una comparación irónica:
"No es que el banco central esté quitando el ponche porque la fiesta se le
está yendo de las manos. Es que la Fed está preocupada porque hay una
gran cantidad de ponche en el sistema aunque hay pocos signos de
embriaguez". A su juicio, las primeras subidas de tipos
-empezando por la que ya todo el mundo da por hecha en diciembre- no serán un
problema, porque serán lentas, telegrafiadas y anticipadas por los mercados. El
problema llegará a medida que avance 2016 si el empleo sigue creciendo hacie
tasas de paro del 4,5%, con el consiguiente aumento de los salarios.
"El mundo no parece preparado para una
previsión de la Fed de que los tipos terminen en el 3,5%; los
inversores parecen demasiado confiados en que eso nunca ocurrirá. Al mismo
tiempo, tampoco parecen preparados para el escenario contrario: un mundo donde
el ciclo económico de EEUU se gira a la baja". Su conclusión es que
"con una política monetaria que ya es ultralaxa y la ralentización de la
economía china, es difícil ver de dónde puede venir un nuevo respaldo
político en este entorno".
Los gestores tendrán que remangarse
El panorama para el próximo año, por tanto, no es nada
alentador. Pero, además, va a obligar a los gestores de fondos y
carteras a trabajar, porque ya no valdrá con invertir en cualquier
sitio para ganar dinero: "Las rentabilidades en 2016 se basarán en el alfa
[las ganancias no correlacionadas con los índices mediante la selección de
valores y de momentos de compra y venta], no en la beta [replicar los
índices]", afirma. Además, hay que tener en cuenta otros elementos, como
la política de tipos negativos del BCE o los avances de Japón para generar
inflación. "Estar en el lado adecuado de los movimientos de mercado que
provocarán y mantener algo de pólvora seca para invertir serán las claves",
añade.
Barclays concluye con una nota optimista, aunque sea a corto
plazo: "Afortunadamente, creemos que el entorno de bajo riesgo y
bajo crecimiento continuará de momento según entramos en 2016".
El problema es que los mercados ya lo recogen con sus elevadas
valoraciones actuales, una complacencia que será desafiada el próximo año y que
explica las dificultades de los mercados para romper al alza, como
evidenciaron los índices bursátiles la semana pasada.
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