lunes, 28 de mayo de 2018

Italia se asoma al precipicio: es ya el país europeo con más problemas de deuda

Desde los años 90 Italia se ha acostumbrado a acumular problemas económicos y mirar para otro lado en lugar de abordarlos. La consecuencia es que acumula desequilibrios que amenazan con un desenlace fatal. El país lleva décadas inmerso en una fase de estancamiento económico que no consigue dejar atrás. El futuro se ha complicado todavía más con la crisis, que ha dejado un sistema financiero que se tambalea y una deuda pública que supera el 130% de su PIB, la segunda más alta de la Unión Europea por detrás de Grecia.
Como no podía ser de otra manera, todos los problemas económicos han derivado en una crisis política que sitúa a Italia frente al precipicio. La coalición entre el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga Norte para formar Gobierno ha disparado todos los temores. Las dos formaciones pretenden liderar un movimiento antieuropeo para revertir todo el proceso de integración construido desde 1992 y establecer una renta básica de 780 euros mensuales para todos los ciudadanos.
Italia no solo no tiene margen fiscal para abordar tal incremento del gasto público, sino que tampoco tiene margen financiero. Los mercados han empezado a alertar a Italia con una fuerte subida de su prima de riesgo, que supera los 155 puntos básicos. Es ya el doble que la española e incluso está por encima de la portuguesa en casi 40 puntos básicos, algo que no se había visto en la última década.
Los inversores han sido claros: si Italia quiere desafiar a los mercados, se enfrentará a un órdago. El país tiene que levantar nada menos que 215.000 millones de euros este año en los mercados solo para financiar los vencimientos de deuda y los intereses del sector público. Es el Estado de Europa que más financiación necesita este año, por lo que un enfrentamiento con los mercados puede ser fatal.

El más vulnerable

Italia ha acumulado tantos desequilibrios que hoy es el país europeo más vulnerable a un 'shock' de los tipos de interés, superando a España, Irlanda e incluso a Portugal (Grecia sigue bajo el programa de rescate). En apenas dos semanas, la rentabilidad del bono a 10 años ha dado un salto de más de 40 puntos básicos en el mercado secundario. Estos términos siempre son muy abstractos, pero para comprender la magnitud del problema, un incremento de 40 puntos básicos en el coste de financiación supondría elevar la factura financiera en 1.000 millones de euros en lo que resta de año.
Óscar Giménez
La escalada de los tipos de interés de la deuda italiana ha sido especialmente intensa en los tramos de medio plazo, esto es, los bonos con vencimientos entre 6 y 9 años. En el caso del título a 6 años, la rentabilidad se ha disparado en más de 61 puntos básicos, hasta el 1,4%. Este movimiento refleja que los inversores temen que los problemas de Italia se prolonguen en el tiempo, lo que deja al país en una situación todavía más delicada.
Y cuanto más suba la prima de riesgo, más complicadas serán las emisiones de deuda del país. Es cierto que Italia financia la mayor parte de su deuda con ahorro doméstico, por lo que reduce su dependencia del exterior. Sin embargo, los precios los siguen marcando los grandes inversores multinacionales, por lo que la presión en los mercados se trasladará igualmente a las cuentas públicas. A medida que se acerque la retirada de estímulos del Banco Central Europeo, prevista para septiembre, los países en dificultades pueden sufrir todavía más.
Hasta 2022 Italia tendrá que emitir casi 1,2 billones de euros en letras y bonos, lo que hace que sea el país más dependiente de los mercados
El escenario no mejora para los próximos años, ya que hasta 2022 tendrá que captar casi 1,2 billones de euros en los mercados (emisiones netas, sin contar la renovación de las letras). En total, tendrá que captar en el mercado el equivalente al 67% de todo su PIB. Una cuantía que obliga a Italia a llevarse bien con los inversores, de lo contrario, los problemas financieros podrían afectar gravemente al país.

Las cuentas públicas de Italia, lejos de estar saneadas, también sufren un profundo déficit público. Según las últimas estimaciones de la Comisión Europea, el país cerrará el año con un desfase presupuestario del 1,7% del PIB. Esta estimación no tiene en cuenta el nuevo pacto de Gobierno alcanzado por el Movimiento 5 Estrellas y la Liga, que provocará un fuerte incremento del gasto público.
Italia lo tiene todo para sufrir un gran susto en los mercados este año: un Gobierno en el que no confían los mercados y que quiere disparar el gasto público, una deuda pública que es la segunda más alta de Europa y un estancamiento secular que no consigue abandonar. Y, por si fuera poco, es uno de los países desarrollados más dependientes de la energía exterior, por lo que es muy vulnerable a las subidas del precio del crudo.
Según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía, Italia importa más del 77% de la energía que consume a lo largo del año, situándose incluso por encima de España. Esto hace que cualquier incremento en los precios del crudo genera un gran impacto sobre la balanza por cuenta corriente del país y, por extensión, sobre el PIB. Antes de esta escalada del crudo, la Comisión Europea estimaba que el PIB de Italia crecería un 1,5% este año, pero esta cifra parece inalcanzable en este escenario. La subida del Brent y el pico de incertidumbre política que vive el país amenazan con devolver a Italia a los años oscuros de la crisis.

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