jueves, 17 de mayo de 2018

Las sanciones de EE.UU. a Irán afectan a las empresas europeas. Qué hay en juego

Los inversores siguen evaluando las implicaciones de la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la semana pasada, de retirarse del acuerdo nuclear de Irán que levantaba las sanciones contra el país de Oriente Próximo en el año 2015 a cambio de que Teherán frenara el desarrollo de armas nucleares. No solo serán los mercados petroleros los que se verán afectados. Además, habrá un impacto en las empresas europeas derivado de las "sanciones secundarias" impuestas por Estados Unidos si sigue haciendo negocios con el país de Oriente Próximo.
Al poner fin al acuerdo con Irán, Trump vuelve a imponer de forma efectiva las sanciones económicas contra Irán en un Memorando Presidencial de Seguridad Nacional emitido el 8 de mayo en el que ordena "el cese de la participación de Estados Unidos en el Plan de Acción Conjunto y Completo (JCPOA por sus siglas en inglés) y su intención de tomar medidas adicionales para combatir la influencia maligna de Irán, así como de negarle a Irán todos los caminos hacia un programa nuclear".
Sin embargo, el JCPOA también tendrá implicaciones para las empresas no iraníes que tienen negocios en la región, como señala el informe del servicio de investigación del Congreso:
"Esta acción pone en marcha el restablecimiento de las sanciones económicas unilaterales de Estados Unidos que afectarán las empresas estadounidenses e incluye sanciones secundarias dirigidas a negocios originados en otros países que incluyan el comercio y la inversión en Irán".
Con la notable excepción del gigante estadounidense de la aeronáutica Boeing (NYSE:BA), que había firmado un acuerdo para entregar 80 aviones por valor de 19.000 millones de USD a precios de mercado a IranAir y otro acuerdo con 30 aviones para la aerolínea iraní Aseman Airlines, por valor de aproximadamente 3.000 millones de USD a precios de mercado, habían sido sobre todo empresas europeas las que se habían trasladado a Irán para aprovecharse del acuerdo inicial de 2015.
Boeing ya ha prometido seguir el ejemplo del gobierno de Estados Unidos. Dennis Mullenburg, CEO de la compañía, indicó en abril que el fabricante ya no depende tanto de sus acuerdos con Irán como antes, gracias a un gran esfuerzo de ventas para la actual generación de los 777-300ER, los aviones incluidos en dichos acuerdos.
Exposición europea
"Las sanciones de Estados Unidos a Irán apenas están afectando a las empresas estadounidenses, sino que tienen como objetivo sobre todo a las europeas", insistía el copresidente del Consejo Europeo de Asuntos Exteriores Carl Bildt.
A pesar las muchísimas empresas europeas que firmaron acuerdos en la región en 2015, el impacto total de la reimposición de las sanciones secundarias sigue sin estar claro.
Dependiendo de la industria de la que se trate, las empresas europeas tienen un período de 90 o 180 días -que expira el 9 de agosto o el 4 de noviembre, respectivamente- para cancelar contratos o se enfrentarán a sanciones contra ellos mismos directamente de Estados Unidos. Toda unidad estadounidense de esas empresas estará violando las leyes de Estados Unidos de forma efectiva y tendrá que enfrentarse a las penalizaciones, mientras que aquellas que operan fuera de Estados Unidos también podrían verse apartadas del comercio estadounidense en un típico caso de "o estás con nosotros, o contra nosotros".
La lista de las empresas europeas posiblemente afectadas es larga, con miles de millones de euros en operaciones en riesgo. El comercio entre Alemania e Irán alcanzó los 3.400 millones de EUR el año pasado, según la Federación de Comercio Mayorista y Exterior (BGA); de hecho, la revista semanal alemana Der Spiegel colocó en su última portada (abajo) la historia titulada "Trump humilla a Europa con su retirada del acuerdo Irán".

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