FRÁNCFORT (Reuters) - El dilema que afrontaba el Banco Central
Europeo (BCE) en su reunión del jueves se centraba en cómo abordar la
apreciación del euro frente al dólar, un avance que amenaza con frenar
la inflación de la zona euro y poner en peligro el trabajo realizado por
años de estímulos sin precedentes.
La economía de la zona euro
se expande con fuerza pero se espera que el repunte de la moneda - en
máximos de tres años contra el dólar - obligue al presidente del BCE,
Mario Draghi, a echar un balde de agua fría sobre cualquier expectativa
de que el banco esté avanzando hacia un alza de las tasas de interés.
Analistas
esperan que Draghi mantenga en marcha por un tiempo el programa de
compras de activos de dos billlones de euros, tomando en cuenta el
robusto crecimiento - aunque inesperado - de Europa.
Pero será un
acto de delicado equilibrio: la subida del 5 por ciento del euro desde
diciembre contiene la inflación, que el BCE busca acelerar, incluso si
el rápido crecimiento económico y el esperado final de la compra de
bonos posteriormente en el año justifica parte de la fortaleza de la
moneda.Ver nota completa.
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