Un nuevo día, una nueva caída. Rojo intenso en el mercado de las criptodivisas que en unos pocos días ha visto como su capitalización se ha desplomado más de 100.000 millones de dólares, hasta los 660.000 millones. La presión de la prima de riesgo regulatorio sigue haciendo mella en el bitcoin que sufre por las noticias de que China va en serio en sus intentos de cerrar la industria del minado y que Corea del Sur prepara una ley para prohibir el comercio con criptodivisas.
No obstante, desde una caída de un 6%, la reina de las divisas de cifrado se recupera ligeramente a estas horas y su corrección es de más de un 4%, hasta los 13.500 dólares, después de haber puesto bajo asedio los mínimos de 2018 por debajo de los 13.000 dólares, inmediatamente después de que el ministro de Justicia de Corea del Sur, Park Sang-ki, anunciara que el ministerio está "básicamente preparando un proyecto de ley para prohibir el comercio de criptomonedas a través de las plataformas de intercambio".
No obstante, quien lidera las pérdidas es el ethereum. Después de conquistar un máximo tras otro y dejar un hito en los 1.350 dólares, la divisa virtual en la que se basa la tecnología de los contratos inteligentes cede un 8% hasta los 1.230 dólares. El ripple modera sus pérdidas hasta el 3,9% y la única ‘cripto’ que sube este jueves es el bitcoin cash que se dispara por encima de los 2.500 dólares, con un auge del 3,6%.
COREA DEL SUR Y CHINA INCREMENTAN LA PRESIÓN
Las noticias que llegan de Corea del Sur ponen la guinda a una semana en que los rumores se han sucedido acerca de medidas que varios países asiáticos están preparando sobre el mercado de las monedas de cifrado. Las noticias de que China está presionando a las empresas dedicadas al minado de criptodivisas para que finiquiten su actividad ha provocado la huída de los inversores en el bitcoin y al resto de 'criptos'.
El gigante asiático marca la tendencia a seguir por otras potencias vecinas. Y su ofensiva contra esta floreciente industria arrancó el año pasado cuando prohibió el comercio y obligó a las plataformas de intercambio a echar el cierre. Ahora, Corea del Sur sigue sus pasos. El país es ahora uno de los principales mercados de comercio de criptomonedas, ya que representa entre el 6% y el 12% de las operaciones en bitcoins, según la web CryptoCompare. Para el ethereum, esta cifra es más alta, en torno al 14%.
El gobierno del país no ha dado detalles concretos sobre cómo planea hacer efectiva la nueva legislación, más allá del anuncio del ministro de Justicia. 'Reuters' informó que la propuesta de prohibición del comercio de criptomonedas se anunció después de "suficiente discusión" con otras agencias gubernamentales, incluido el Ministerio de Finanzas de la nación y los reguladores financieros.
BUFFETT Y GOLDMAN SACHS, UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA
Además de los factores regulatorios, el mercado vuelve a hacer frente a las declaraciones de los gigantes de Wall Street. Si el martes era el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, quien buscaba reconciliarse con los inversores en monedas virtuales, mostrándose arrepentido de haber dicho que es un “fraude”, el magnate Warren Buffett ha declarado que la fiebre actual por las criptomonedas "acabará mal con casi total seguridad". El hombre más rico del mundo ha añadido que no sabe "ni cómo ni cuándo sucederá", pero que está seguro de que su final será negativo.
Su opinión contrasta con un informe de Goldman Sachs, el banco de inversión presidido Lloyd C. Blankfein, ha sido uno de los primeros que ha observado con interés el bitcoin y las criptodivisas. En un reciente informe señala que podrían servir como formas alternativas de dinero en economías con problemas.
Sin embargo, avisan, las criptomonedas, tal como existen ahora, no serían necesariamente adecuadas para este propósito, especialmente en un entorno enloquecido por la especulación y los precios volátiles. “Creemos que, a largo plazo, los rendimientos de criptomonedas deberían ser iguales (o ligeramente inferiores) al crecimiento de la producción real mundial”, han señalado. En este contexto, anima a que surjan las monedas virtuales soberanas y comentan que “deberían considerarse activos similares al oro u otros metales para ser viables”.
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