"Estuvimos cerca", se lamenta Gabriel Vidal, socio fundador de
Criteria, quien se alió con Cohen para tratar de comprar Garantía de
Valores, la SGR de Caja de Valores. La licitación la ganó el Banco
Industrial (Bind), que en sociedad con Nápoli Inversiones, ofrecieron
u$s 2.326.030, pagaderos 20% cash y el resto en seis cuotas semestrales.
InvertirEnBolsa y Tarallo, la Alyc rosarina, eran otras que se habían
interesado y participado en la licitación anterior, que se había hecho a
fines del año pasado, pero en Caja decidieron hacerla devuelta para
tratar de lograr una mejor oferta, porque la sociedad del Bind con
Nápoli se habían impuesto por apenas u$s 6000 de diferencia (u$s 2,056
millones contra u$s 2,050 millones de InvertirEnBolsa).
Lo que anticipan desde el sector es que 2018 será
un año bisagra para las SGR. ¿Por qué? Hay nuevas reglamentaciones que
desafían la estabilidad de aquellas sociedades de garantía recíproca que
no estuvieron muy activas, que más que aportar valor a las pymes (su
verdadera función), vienen protegiendo a los socios inversores que según
la nueva reglamentación que estableció el gobierno ya no van a llevarse
fácilmente tantos beneficios como antes: buenas exenciones impositivas
básicamente.
La venta de esta SGR de la Caja de Valores ya pone
evidencia que para 2018 se vienen cambios en el sistema para avanzar con
las nuevas reglamentaciones, aumentar la cantidad de productos a las
empresas y mayor competitividad en el servicio, ya que algunas pymes
miran los bancos antes de siquiera preguntar por una SGR a la hora de
financiarse. "Esto último, por ejemplo, tiene que cambiar y se va a
empezar a ver una mayor exposición de las SGR", revela, el CEO de un
importante player del sector, en estricto off the record.
La nueva reforma impositiva prevé que, una vez que
baje la inflación (no dice a cuánto, si al 5 o al 15% anual), se le
pedirá al socio protector que quiere desgravar ganancias que debe dejar
la plata por cuatro años en lugar de por dos, como es actualmente; y
será menos lo que pueda desgravar. Eso generará que la SGR, en lugar de
cobrar todas sus comisiones en dos años, demore el doble de tiempo. En
rigor, que el plazo de permanencia de dos años (para protectores) pueda
ser extendido hasta cuatro años para obtener la deducción impositiva
puede cambiar radicalmente el negocio, ya que dos años es atractivo pero
cuatro años (especialmente en Argentina) puede ser imprudente.
¿Por qué se vende? Porque a Caja no le estaban
reportando y no supo explotar al máximo ese negocio, aunque tampoco le
prestaba mucha atención, pero sí llegó a ser muy dependiente de Caja en
su momento. De todas formas, en la City coinciden en que se trata de una
SGR prolija, con un porcentaje de mora muy baja respecto del mercado y
con muy buen criterio a la hora de otorgar crédito a las pymes. Para el
agente bursátil que la compre, es una forma de complementar su negocio e
integrarlo con el de financiamiento de pymes.
La novedad en Caja fue el retiro por jubilación de
Severo Rizzo, gerente general y el empleado más antiguo de la compañía,
que dentro de uno o dos meses pasará a ser asesor. Entró en 1974 y, pese
a sólo tener la primaria completa, conoce cada todos los rincones ahí, y
se hizo muy querido por los empleados y clientes (agentes y bancos). Ya
no habrá más gerente general en Caja, pues se espera la integración
total con BYMA, que es más compleja, ya que hay que integrar sectores
como Administración, Contabilidad, Compras y RR.HH. Además, Caja tiene a
Alejandro Berney como CEO. Pero en Caja no será el único lugar donde
cambie el gerente general. Próximamente se anunciará en uno de los
bancos europeos más importantes con presencia en el país un cambio
similar. Regresaría a la entidad un argentino expatriado, que hoy
trabaja en ese mismo banco pero desde hace ocho años lo hace en Nueva
York como Head of US Credit Markets. El presidente de ese banco en
Argentina continuará siendo el mismo, pero dejará la doble función de
presidente y CEO que viene ejerciendo desde que fue ascendido a ese
puesto, en el 2002.
Volviendo a Caja, se espera que en las elecciones
de abril se establezca que Ernesto Allaria siga como presidente de BYMA y
Caja por dos años más, ya que durante su mandato BYMA subió cuatro
veces su valor. Por otro lado, avanzan con la implementación del Banco
BYMA, a la espera de la autorización del Central. Será el primer banco
exclusivamente liquidador de la Argentina: será un banco comercial con
limitaciones, ya que su objetivo será la liquidación de las operaciones
de BYMA. Con el banco, se concentrará todo en el ámbito BYMA, al mejor
estilo de las centrales de liquidación internacionales.
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