lunes, 5 de febrero de 2018

Bitcoin y demás criptomonedas: la madre de todas las burbujas,según Nouriel Roubini.

Jorge Chamizo – “La Madre de todas las burbujas”. Así de contundente ha bautizado el prestigioso economista de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini el fenómeno de las criptomonedas. Ríase usted de la impostura puntocom de comienzos de siglo o de la burbuja inmobiliaria y financiera del primer lustro de este siglo. El gran pufo es este, según este experto.
Mira aquí la evolución de los precios de las principales criptomonedas del mercado.
Esta afirmación hace sólo unas semanas hubiera sonado un tanto snob, pero a fecha de hoy parece anticipar una realidad ya poco cuestionable. El conjunto del mercado de criptomonedas, según los datos de coinmarketcap, se ha derrumbado a menos de la mitad desde sus máximos. Antes de este crash llegaron a superar los 800.000 millones de dólares de capitalización. Ahora rondan los 400.000 millones.
Este economista no tiene pelos en la lengua y afirma que las divisas digitales como el bitcoin “no cumplen ni siquiera su propio propósito. “Al igual que una divisa, el bitcoin debería valer como unidad de cuenta, medio de pago y reserva de valor. No es ninguna de estas cosas”, destaca el economista. Pocos comercios aceptan las criptodivisas, los precios se mueven tanto y con tanta violencia que tampoco sirve como reserva de valor. “Es como la típica burbuja financiera”, asegura Roubini.
Por otro lado, comenta que este tipo de activos no tienen valor intrínseco, “mientras que el dinero fiduciario sí lo tiene, porque se usa para pagar los impuestos”. El dinero también está protegido por los bancos centrales que se comprometen con la estabilidad de precios si una moneda fiduciaria pierde credibilidad.
La opinión de economistas tan prestigiosos como Roubini se suma a las advertencias lanzadas por grandes gurús financieros y por reguladores y bancos centrales de distintas economías avanzadas. Unos y otros han advertido del elevado riesgo de invertir en este tipo de activos virtuales.
Este clima de recelo hacia las criptomonedas ha anticipado el descalabro más mediático y relevante, el del famoso bitcoin, que parece seguir la trayectoria de un tapón de champagne.
Tras cerrar 2017 con una espectacular revalorización superior al 1.300%, el balance de lo que va de 2018 es sangrante. Desde el inicio del año roza el 40% de caída. Este porcentaje se acerca por momentos al 60% si se toma como referencia los cerca de 20.000 dólares que alcanzó en su récords históricos, a mediados de diciembre.
Pero la desbandada se generaliza, y es extensible al conjunto de las criptomonedas. Sólo en la sesión del viernes las caídas oscilan entre el 15% del bitcoin y el 37% del cardano, la más bajista de las mayores divisas digitales.
Durante las últimas jornadas de 2017 y las primeras de 2018, las otras dos mayores criptomonedas ‘aprovecharon’ la corrección sufrida por el bitcoin para ampliar sus récords. El ethereum alcanzó el 15 de enero los 134.000 millones de dólares de capitalización, y el ripple se disparó el 6 de enero hasta los 119.000 millones de dólares.
Menos de un mes después, el ethereum ha perdido cerca de 50.000 millones de dólares. El descalabro ha sido mucho mayor en el ripple, la criptomoneda estrella en el cambio de año. Su valor se ha hundido en 90.000 millones de dólares, desde los 119.000 millones del 6 de enero hasta los 29.000 millones actuales.
Campo minado en otra guerra especulativa en la que habrá sin duda grandes ganadores -pocos, entre ellos los famosos gemelos emprendedores Tyler y Cameron Winklevoss– y perdedores -en este caso, serán muchos.

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