El crecimiento de la segunda mayor economía del mundo está en riesgo de desacelerarse en la medida en que el Gobierno de Pekín intenta contener el rápido avance del crédito local, mientras una guerra comercial con Estados Unidos podría dañar el panorama económico.
Para resguardar a la economía, el banco central chino dijo el domingo que recortaría los encajes a algunas entidades financieras, generando una liquidez extra de 108.000 millones de dólares, para acelerar el ritmo de los swaps de deuda por acciones y alentar el préstamo a las pequeñas empresas.
Xu Zhong señaló que una dependencia excesiva de la política monetaria escondería riesgos crediticios con liquidez y ocultaría el bajo retorno de las inversiones, según su columna publicada en la revista financiera Caixin.
El investigador del banco central destacó además que eso exacerbaría los problemas estructurales.
“Debemos dejar que se mantenga el ‘buen apalancamiento’ y deshacernos de los malos”, señaló. “El objetivo principal de la política monetaria sigue siendo mantener un entorno monetario neutral y estable”, añadió.
La política fiscal debería desempeñar un papel más importante en el proceso de desapalancamiento de China, dijo Xu, y agregó que el país debería implementar un impuesto a la propiedad para reducir la dependencia de los gobiernos locales a las ventas de tierras para obtener ingresos.
Reporte de Yawen Chen; Editado en español por Ana Laura Mitidieri
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