martes, 12 de junio de 2018

Test para Caputo: mañana vencen u$s 900 M de Letes.• PREOCUPA EL BAJO NIVEL DE RENOVACIÓN DE LOS VENCIMIENTOS El stock total de Letras del Tesoro en dólares representa actualmente al 36% de las reservas del BCRA. Expectativa por la tasa y el nivel de cancelación.

Por Jorge Herrera.
El Ministerio de Finanzas encara hoy una nueva licitación de Letras del Tesoro en dólares (Letes), en este caso a un plazo de 210 días (reapertura del vencimiento 11 de enero de 2019). Será la primera luego del anuncio del acuerdo con el Fondo y sin duda constituirá un serio test para el equipo de Finanzas que en las últimas operaciones no tuvo todo el apoyo del mercado al que aspiraba.

Este instrumento que comenzó a utilizar tímidamente el Gobierno a mediados de 2016 pronto se constituyó ya en un clásico del mercado doméstico. El año pasado fueron colocando aproximadamente u$s2.600 millones promedio mensual. Pero lo cierto es que el stock de Letes ya superó los u$s18.000 millones. Se trata de un monto nada despreciable, sobre todo tras las turbulencias cambiarias.

Vale recordar que estas Letras pueden ser suscriptas tanto en moneda local como en moneda extranjera, siendo el monto mínimo de u$s1.000. Pero la cancelación es en moneda extranjera, o sea, los inversores esperan recibir dólares constantes y sonantes. Además en varias oportunidades fueron una forma de comprar dólares más baratos que en el mercado cambiario, dado que el tipo de cambio para la suscripción lo brinda una comunicación del BCRA correspondiente al primer día de la licitación.

En lo que va del año, Finanzas viene colocando a razón de u$s1.400 millones promedio mensual cuando en el mismo periodo de 2017 el promedio era de u$s3.700 millones. Esto no es solo un cambio de estrategia en el financiamiento del déficit fiscal, sino que más bien refleja una restricción que ya venía imponiendo el mercado. Las tasas de interés pactadas deambularon entre el 2% y 3% anual, pero a partir de marzo pasado Finanzas debió convalidar mayores rendimientos para poder colocar esta deuda llegando a niveles del 4% a 6 meses y del 4,3% a un año de plazo.

Pero lo que se viene observando, desde antes que se desataran las turbulencias cambiarias, es que se le tornó cada vez más difícil al equipo de Caputo ir refinanciando los vencimientos de Letes. A fines del año pasado, la relación entre lo colocado y el vencimiento era de entre el 170% y 180%. Comenzaron los recálculos de las metas de inflación y demás desaciertos y este porcentaje pasó al 133%. En medio del verano se evidenciaron los primeros inconvenientes para ir colocando montos por encima de lo que vencía. Así en las primeras licitaciones sólo se colocó el equivalente al 125% y 117% de los vencimientos. Y a partir de marzo empezaron a encenderse las luces amarillas. En la última de marzo y la primera de abril sólo se colocó el equivalente al 95% y 85% respectivamente, según datos del mercado. Hubo una leve recuperación en la segunda de abril, pero en las dos de mayo el porcentaje cayó al 80% y 56%. Es decir, que se acentuó la cancelación de Letes.

Dolor de cabeza

De acuerdo con estimaciones del Estudio Broda, este año entre enero y el mes pasado el stock de Letes en dólares cayó casi u$s780 millones. El dato no es menor y como este diario viene advirtiendo desde comienzos de 2018, esta deuda, que es de corto plazo, constituye otro potencial dolor de cabeza para el equipo económico. Porque todos hablan de la bomba de las Lebac (cuyo stock es de $1,2 billones) a la que el BCRA no consideraba un problema porque tenía las reservas para afrontar sus vencimientos. Cabe recordar que el Tesoro le vendía al Central los dólares que captaba en los mercados del exterior y le entregaba pesos, que luego debía absorber vía Lebac. Así se gestó la montaña de Lebac.

Ahora bien, si las reservas eran para las Lebac, vale preguntarse de dónde saldrán las divisas para afrontar los vencimientos de Letes en caso de que el mercado deje de apostar a esta deuda. En tal sentido, debe remarcarse que se trata de una deuda de corto plazo, en dólares, para cubrir gastos corrientes del sector público. O sea, el Tesoro se endeuda en dólares para pagar salarios, jubilaciones y demás gastos domésticos en pesos. Un despropósito, sobre todo, cuando los números fiscales nunca mostraron sustentabilidad, ni garantía de tener esos dólares.

Según Macroview los vencimientos por delante comienzan a escalar posiciones en torno a los u$s2.000 millones mensuales, lo que habla del desafío que hay que enfrentar, en un mercado que aún no se muestra del todo convencido. Es más, el acuerdo con el Fondo, es decir los u$s50.000 millones que contemplan el programa de 3 años, son para garantizar el financiamiento externo, o sea, los compromisos de deuda externa. No para la deuda interna (Lebac y Letes), ese es un problema del Gobierno de Cambiemos. Lo mismo vale para los tenedores de argendólares y ni que hablar de los tenedores de pesos. De ahí que es clave que el Gobierno recupera lo más pronto posible la confianza del mercado, de los inversores y de los ahorristas.

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