Los comentarios inapropiados e históricamente inusuales del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que critican la política de la Reserva Federal y sus posibles efectos sobre los legisladores, son el único riesgo al que se enfrenta el mercado ante la próxima decisión de la Reserva Federal.
Las posibilidades de un alza de tipos en septiembre son del 80%,
mientras que la cuarta subida anual permanece sobre la mesa para
diciembre, con una probabilidad del 60%. Para reuniones como las de hoy,
sin conferencia de prensa de Jerome Powell, las probabilidades son de
menos del 2.0%. El mercado "sabe" lo que sucederá, y ya lo ha valorado.
La
probabilidad de que las palabras de Trump hagan mella en la convicción
de los oficiales de la Fed en este momento es bastante nula. Powell y compañía no se apartarán de "seguir aumentando gradualmente las tasas de fondos federales", como afirmó el presidente de la Fed en su testimonio ante el Senado, a menos que el mandato sea dictado por la economía.
El banco central basa sus decisiones en dos argumentos: empleo e
inflación. El mercado de empleos ha sido fuerte durante años, mientras
que la inflación ha estado rondando el objetivo del 2.0%. Aún más, el
banco central tuvo que aclarar que está dispuesto a permitir que la
inflación se mantenga por encima. Solo este martes sabíamos que el
índice de costos de empleo de los EE.UU., que mide salarios y
beneficios, creció un 2.8% en los 12 meses hasta junio, el mayor
incremento anual en casi una década, otro signo alentador. La economía
creció un 4.1% según el PIB preliminar del segundo trimestre, mientras
que la publicación de datos macroeconómicos día tras día fluctúa a
niveles saludables.
Con esto en mente, no se puede esperar mucho
de esta reunión, aunque siendo un anuncio del banco central, siempre
tiene la capacidad de sorprender a los inversores y sacudir el barco. Uno
de los principales problemas que enfrenta la economía estadounidense es
una guerra comercial con China y sus posibles efectos en la
economía. Powell ya lo ha reconocido en su testimonio preparado ante el
Congreso, ya que dijo que los legisladores esperan que la economía se
mantenga fuerte, pero agregó que "es difícil predecir el resultado final
de las discusiones actuales sobre la política comercial" y agregó que
la escalada de aranceles podría ser mala para la economía de Estados
Unidos. De todos modos, evitó meterse demasiado en el tema.
Las
sorpresas son las que desencadenan los movimientos del mercado, por lo
que si la Fed señala que los oficiales están más preocupados por los
efectos de la guerra comercial en la economía, una reacción es posible.
Una gran sorpresa será un cambio en la postura del "camino gradual",
pero las posibilidades de que esto suceda son bastante limitadas. El
tweet de Trump en Estados Unidos es el cable suelto que puede
desencadenar más acción este miércoles.
Al final del día, vale la pena recordar que la Reserva Federal está bastante sola en el camino del ajuste, con el BoE
como el único banco central con posibilidades de aumentar las tasas,
algo que los operadores del mercado sabrán este jueves. Bien podría
ocurrir que con el BoE a la espera, el USD disfrute de una demanda
renovada en todos los ámbitos, ya que se destacará la distancia entre la
Fed y sus contrapartes.
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