martes, 4 de agosto de 2015

Fabricante de Ayudín blanquea su expectativa de devaluación

La economía de cara a 2016 posee aún varios interrogantes sin responder. Y qué hará el próximo Gobierno con el tipo de cambio es una decisión que se impone en el centro de escena del país. Más allá de lo que cada precandidato presidencial anticipe sobre sus movidas en el plano económico a partir del 10 de diciembre, las empresas dejan en evidencia sus expectativas.

El Grupo Clorox, que en la Argentina fabrica y comercializa productos como Ayudín y Poett, no dejó dudas: proyectó una "significativa devaluación" del peso en los próximos 12 meses. "El balance fiscal de la empresa refleja el impacto en las ventas que generan los tipos de cambio desfavorables, y más de la mitad de ese impacto se espera por una significativa devaluación del peso argentino", subrayó el reporte financiero anual de la empresa ante la Securities and Exchange Comission (SEC) en los Estados Unidos, para informar a los inversores sobre el estado actual de la compañía y el contexto en el que opera.

Además del tipo de cambio, el fabricante de Ayudín numeró os principales "factores de riesgo" para su desarrollo, entre los que se encuentran la inestabilidad política de los países en los que operan, el control de precios impuesto por los gobiernos y ante todo, destacó dos factores a nivel local: el crecimiento de la conflictividad laboral y las presiones inflacionarias, aunque no hicieron referencia en un porcentaje específico de aumento de precios.

Luego de que Clorox se fuera de Venezuela durante el año pasado por restricciones y problemas económicos, la Argentina es ahora el mercado más grande para el grupo estadounidense enAmérica Latina.

La incertidumbre en torno al mercado cambiario no es novedad para las empresas que operan en el país. Hace un año, American Airlines restringió a 90 días la compra de pasajes para los vuelos desde y hacia la Argentina. Aunque la aerolínea no dio una razón específica que justificara esta decisión, las restricciones para acceder al mercado saltaron a la luz en el sector aerocomercial local.

Cuando la petrolera YPF presentó su propio reporte financiero ante la SEC, no sólo advirtió sobre los riesgos de invertir en la Argentina. La petrolera aclaró que los resultados operacionales están expuestos a la fluctuación de la moneda y a la "devaluación del peso argentino contra el dólar norteamericano".

La compañía aseguró que uno de los efectos negativos de la devaluación sobre el ingreso neto es el relacionado a la contabilización del impuesto sobre la renta de los activos fijos. "El valor del peso fluctuó de forma significativa en el pasado, como en enero de 2014, cuando se devaluó aproximadamente un 23%, y puede hacerlo en el futuro", subrayó.

Pero las multinacionales no sólo sufren la devaluación de la moneda argentina, sino que es un conflicto con el que se encuentran a nivel regional. Con una devaluación récord en los últimos 13 años, el tipo de cambio del real se ubicó a 3,45 por dólar en Brasil, el mayor nivel desde marzo de 2003. A su vez, compañías como Procter & Gamble y la embotelladora Coca-Cola FEMSA se vieron obligadas a reducir sus operaciones en Venezuela.

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