La primera semana bursátil de diciembre fue más ajetreada de lo
que cualquiera hubiese pensando no sólo por el evento terrorista
ocurrido en California, Estados Unidos, que dejó a 14 muertos y un sin
número de heridos, sino tambien por las intervenciones verbales cruzadas
que esgrimieron los mandatarios monetarios de Estados Unidos y Europa,
cada uno en dos ocasiones, tratando de estructurar las expectativas de
mercado para evitar cambios bruscos en las valorizaciones de mercado,
sin finalmente tener mucho éxito tras que el euro se apreciase
violentamente, una vez publicado el programa de liquidez del Banco
Central Europeo (BCE), trepando en cuestión de minutos desde €1.06 hacia
€1.09.
Una de las razones por las cuales el mercado reaccionó de manera inesperada ante los anuncios del BCE fue que éste no incluyó un programa ampliado en monto manteniéndolo en €60 mil millones mensuales hasta marzo del año 2017, extendiendo por ende sólo el plazo. Con ello guardándose artillería monetaria para el próximo año de ser necesario. A su vez, ratificando un alcance “gradualista” como ya nos venían delineado, a través de intervenciones verbales, hace un par de semanas atrás. Sin embargo, de los comentarios de la Presidente de la Reserva Federal (FED), Janet Yellen, daría la impresión de que el próximo 16 de diciembre habrá un alza de tasas de por lo menos 25 puntos base, en particular porque la economía generó otros 211 mil nuevos empleos en el mes de noviembre. Sin embargo, como analizaremos a continuación, no todos los datos macroeconómicos publicados en la semana fueron tan buenos como quisiese la FED. Para calmar las ansias de los estadounidenses y mandar un mensaje a los grupos terroristas liderados por ISIS, el Presidente Barack Obama estará hablando frente a la nación en pos de mandar sosiego a sólo semanas de las fiestas de fin de año. Es así que tampoco debiésemos descartar que la FED adoptará un proceso “gradualista” interviniendo solamente verbalmente en su próxima reunión dejando que la economía siga su camino para luego adoptar medidas anti inflacionarias entrado el año 2016. Este camino podría ser malentendido por los agentes de mercado sin embargo, nadie se quiere adelantar a tomar medidas monetarias prematuras que después tengan un costo irreversible, algo que el Presidente del BCE, Mario Draghi, entiende perfectamente.
En el plano internacional emergente, Brasil acaparó el noticiero no sólo porque aún se desconoce el desenlace de una de sus principales bancas de inversión, BTG Pactual, que en las últimas horas recibió una línea de crédito gubernamental de US$1,600 millones, sino que el escenario político, con un proceso de impeachment de Dilma Rousseff en camino, se enredó aun más en adición a una economía que se contrajo del orden de -4.5% durante el tercer trimestre del año.
Esta semana, en Estados Unidos, sólo conoceremos datos macroeconómicos estadounidenses hacia el cierre de la semana cuando se publiquen los datos de inflación al productor, ventas retail, acumulación de inventarios y el sentimiento del consumidor antes de dar paso a la subsiguiente semana cuando la FED se reúna para delinear no sólo la política monetaria que regirá entrando al año nuevo sino que nos entregará un bosquejo del crecimiento económico proyectado para los siguientes años. Por su parte, a este punto, tampoco habrá mas intervenciones verbales por parte de los distintos miembros de la FED dado que se dará inicio al periodo de silencio previo a una reunión de política monetaria dejando que sean los mismos agentes de inversión los que vayan pincelando sus expectativas en torno a la decisión de la FED el 16 de diciembre.
No obstante, esta semana estará trillada de datos provenientes de China dando paso luego a la reunión de política monetaria del Banco Central de Inglaterra, quien al igual que su par europeo, se tomará todo el tiempo necesario antes de adoptar una decisión que podría darle dolores de cabeza eventualmente. Entre los datos chinos, que todos estarán analizando, se encuentran los de comercio internacional, inflación, ventas minoristas y producción industrial, los cuales finalmente determinarán si es que el Banco Central de China (BCC) adopta nuevas medidas monetarias para contrarrestar el posible apretón de liquidez que puede generar a nivel global la decisión de la FED entrando a la recta final del año. A nivel empresarial los agentes de mercado estarán atentos a los anuncios que podría desplegar el directorio de Yahoo quien estuvo analizando las distintas alternativas estratégicas de la empresa incluyendo la venta de activos estratégicos para generar mayor valor. Cualquier anuncio por parte de ésta o cualquier otra empresa añadiría al año más activo en fusiones y adquisiciones del cual se tiene registro tras que éste rincón del mercado sumase más US$4.3 billones (equivalente a trillones en dólares estadounidenses) en transacciones en la semana. Por su parte Chipotle adujo que sus ventas por metro cuadrado equivalente se habían deteriorado significativamente tras que los medios de prensa ratificasen más casos de contaminación alimenticia en otros estados teniendo un impacto directo sobre sus operaciones.
Partamos analizando el escenario estadounidense antes de enfocarnos en los anuncios del BCE, siendo éstos últimos los que realmente movieron a los mercados, haciendo que el índice S&P 500, en la semana, se fuese desde el techo de la banda (2,100 puntos) hacia el piso de la banda (2,050 puntos) para terminar la sesión en 2,091 puntos. Sin duda alguna que la atención la acaparó Yellen que en dos instancias fue enfática en señalar de que la economía se encontraba ad portas de una potencial alza de tasas. A ello se sumó que la economía generó 211 mil nuevos empleos en el mes de noviembre algo que fue bien recibido por los agentes de mercado. Entre tanto la tasa de desempleo se mantuvo en 5% quedándose a sólo un respiro del 4.9% que le hubiese gustado ver a la FED antes de tener que subir la tasa de instancia monetaria. Por su parte, el Libro Beige trajo consigo nada más que buenos comentarios señalando que el gasto en consumo aumentó en todo el país, hubo una mayor demanda de préstamos bancarios y que las presiones salariales habían aumentando. Por ende, y como mencionásemos anteriormente, todos estos datos fueron como anillo al dedo para Yellen quien argumentó acerca de la gradualidad que adoptará el instituto emisor una vez que haya empezado el ciclo de alza de tasas. Sin embargo, no todo fue tan auspicioso ya que la lectura de ISM de manufactura entró en fase contractiva (hacia 48.6 puntos) mientras que la lectura de servicios se ajustó desde 59.1 puntos hacia 55.9 puntos. Algunos argumentarán de que aquello no importa a este punto ya que parte del deterioro del sector manufacturero se debe a la apreciación del dólar y que la demanda interna sigue robusta reflejada en la compra de automóviles que en el mes de noviembre, por segundo mes consecutivo, sumó 18.2 millones de unidades en términos anualizados. Es bajo este escenario tan auspicioso que las expectativas de que habrá un alza de tasas la siguiente semana se han encumbrado hacia 80% producto de lo los discursos de Yellen, los buenos datos de empleo y el alza de costos laborales unitarios en 1.8% durante el tercer trimestre del año. Sin embargo, hay un campamento minoritario que sigue pensando de que la FED continuará con la artillería pro cíclica hasta entrado el primer trimestre del 2016 simplemente porque las empresas están acumulando un exceso de inventario que no sólo ahora proviene del más que extremadamente cálido invierno sino que por el impacto que tendrá el reciente ataque terrorista sobre la demanda interna en Estados Unidos a sólo un par de semanas de lo acaecido en Francia.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) aprovechó su reunión de política monetaria para desplegar otra serie de medidas en pos de reinflar su economía. Entre ellas: 1) Bajó aún más a territorio negativo la tasa de depósitos bancarios dejándola en -30 puntos base; 2) Amplió los instrumentos que podrá comprar incluyendo bonos regionales y 3) Extendió el programa desde septiembre del año 2016 hacia marzo del 2017; Sin embargo, el instituto emisor mantuvo la tasa de instancia monetaria en 5 puntos base y la compra mensual de activos financieros en €60 mil millones, algo que al mercado parecio poco. Esto hizo que los mercados europeos se ajustasen -3.4% y la tasa de los bonos soberanos alemanas subiese casi 20 puntos base hacia 0.7%. Aún cuando el mensaje inicial fue mal recibido, al día siguiente Draghi, en una conferencia en Nueva York, aprovechó para clarificar una vez más de que el BCE hará todo lo que sea necesario para reinflar su economía, pero que por ahora las medidas adoptadas eran las adecuadas y que él generará todas las instancias para llevar la inflación nuevamente hacia 2%, dando a entender de que tenía capacidad y apoyo para desestimar las preocupaciones del Banco Central de Alemania, quien consideraba algunas de estas medidas innecesarias, algo que finalmente permitió que el desajuste bursátil registrado el pasado jueves revirtiese tendencia en las últimas horas. Habiendo notado aquello queda claro de que el camino que adoptará el BCE de aquí en más será escalonado simplemente porque se desconoce el impacto que tendrá el precio del petróleo finalmente sobre las presiones inflacionarias en el año 2016, en particular porque la OPEP optó, tras disensiones internas, de mantener su producción intacta dejando que el precio del petróleo finalmente cierre la semana por debajo de US$40 el barril.
Entre tanto, sin entrar en detalle, el FMI dictaminó finalmente que el yuan chino será otra moneda de reserva internacional con ello ratificando la posición mundial que tiene la economía china. Por su parte, en Brasil el conjunto de eventos políticos, financieros y económicos no hacen más que complejizar aún más a la ya frágil situación por la que se encuentra atravesando el país. Por un lado la Cámara de Representantes, con apoyo de la Corte Suprema, ha empezado un proceso de “impeachment” de la Presidenta Dilma Rousseff. Mientras que el gobierno ha dictaminado que seguirá con un proceso de corrupción al Presidente de la Cámara de Representantes, Eduardo Cunha, en los meses que vienen. Entre tanto la misma Corte Suprema dictaminó que el Presidente y CEO de BTG Pactual, André Esteves, no podrá salir de la cárcel mandando con ello a una crisis a la que fuese su empresa con cambios, en sólo cuestión de horas, de propiedad y gerencia sumando a ventas de activos “no estratégicos” para luego, el viernes pasado, el gobierno, tenerle que extender una línea de crédito por US$1,600 millones, para así evitar un colapso financiero aún cuando la empresa venía argumentando de que su posición financiera se encontraba intacta. Entre medio se supo que la economía se contrajo de forma aguda en el tercer trimestre (-4.5%) y se estima que la inflación se habría encumbrado por encima de 10% en noviembre a pesar de todos los esfuerzos.
En conclusión, aún cuando los anuncios del BCE inicialmente no fueron bien recibidos, la segunda intervención verbal de Draghi logró calmar las ansias de mercado. Sin embargo, ahora se viene por delante la decisión de la FED donde el mensaje de alza de tasas esperemos que no sea tan mal entendido si es que ésta se posterga hasta entrado el próximo año.
Una de las razones por las cuales el mercado reaccionó de manera inesperada ante los anuncios del BCE fue que éste no incluyó un programa ampliado en monto manteniéndolo en €60 mil millones mensuales hasta marzo del año 2017, extendiendo por ende sólo el plazo. Con ello guardándose artillería monetaria para el próximo año de ser necesario. A su vez, ratificando un alcance “gradualista” como ya nos venían delineado, a través de intervenciones verbales, hace un par de semanas atrás. Sin embargo, de los comentarios de la Presidente de la Reserva Federal (FED), Janet Yellen, daría la impresión de que el próximo 16 de diciembre habrá un alza de tasas de por lo menos 25 puntos base, en particular porque la economía generó otros 211 mil nuevos empleos en el mes de noviembre. Sin embargo, como analizaremos a continuación, no todos los datos macroeconómicos publicados en la semana fueron tan buenos como quisiese la FED. Para calmar las ansias de los estadounidenses y mandar un mensaje a los grupos terroristas liderados por ISIS, el Presidente Barack Obama estará hablando frente a la nación en pos de mandar sosiego a sólo semanas de las fiestas de fin de año. Es así que tampoco debiésemos descartar que la FED adoptará un proceso “gradualista” interviniendo solamente verbalmente en su próxima reunión dejando que la economía siga su camino para luego adoptar medidas anti inflacionarias entrado el año 2016. Este camino podría ser malentendido por los agentes de mercado sin embargo, nadie se quiere adelantar a tomar medidas monetarias prematuras que después tengan un costo irreversible, algo que el Presidente del BCE, Mario Draghi, entiende perfectamente.
En el plano internacional emergente, Brasil acaparó el noticiero no sólo porque aún se desconoce el desenlace de una de sus principales bancas de inversión, BTG Pactual, que en las últimas horas recibió una línea de crédito gubernamental de US$1,600 millones, sino que el escenario político, con un proceso de impeachment de Dilma Rousseff en camino, se enredó aun más en adición a una economía que se contrajo del orden de -4.5% durante el tercer trimestre del año.
Esta semana, en Estados Unidos, sólo conoceremos datos macroeconómicos estadounidenses hacia el cierre de la semana cuando se publiquen los datos de inflación al productor, ventas retail, acumulación de inventarios y el sentimiento del consumidor antes de dar paso a la subsiguiente semana cuando la FED se reúna para delinear no sólo la política monetaria que regirá entrando al año nuevo sino que nos entregará un bosquejo del crecimiento económico proyectado para los siguientes años. Por su parte, a este punto, tampoco habrá mas intervenciones verbales por parte de los distintos miembros de la FED dado que se dará inicio al periodo de silencio previo a una reunión de política monetaria dejando que sean los mismos agentes de inversión los que vayan pincelando sus expectativas en torno a la decisión de la FED el 16 de diciembre.
No obstante, esta semana estará trillada de datos provenientes de China dando paso luego a la reunión de política monetaria del Banco Central de Inglaterra, quien al igual que su par europeo, se tomará todo el tiempo necesario antes de adoptar una decisión que podría darle dolores de cabeza eventualmente. Entre los datos chinos, que todos estarán analizando, se encuentran los de comercio internacional, inflación, ventas minoristas y producción industrial, los cuales finalmente determinarán si es que el Banco Central de China (BCC) adopta nuevas medidas monetarias para contrarrestar el posible apretón de liquidez que puede generar a nivel global la decisión de la FED entrando a la recta final del año. A nivel empresarial los agentes de mercado estarán atentos a los anuncios que podría desplegar el directorio de Yahoo quien estuvo analizando las distintas alternativas estratégicas de la empresa incluyendo la venta de activos estratégicos para generar mayor valor. Cualquier anuncio por parte de ésta o cualquier otra empresa añadiría al año más activo en fusiones y adquisiciones del cual se tiene registro tras que éste rincón del mercado sumase más US$4.3 billones (equivalente a trillones en dólares estadounidenses) en transacciones en la semana. Por su parte Chipotle adujo que sus ventas por metro cuadrado equivalente se habían deteriorado significativamente tras que los medios de prensa ratificasen más casos de contaminación alimenticia en otros estados teniendo un impacto directo sobre sus operaciones.
Partamos analizando el escenario estadounidense antes de enfocarnos en los anuncios del BCE, siendo éstos últimos los que realmente movieron a los mercados, haciendo que el índice S&P 500, en la semana, se fuese desde el techo de la banda (2,100 puntos) hacia el piso de la banda (2,050 puntos) para terminar la sesión en 2,091 puntos. Sin duda alguna que la atención la acaparó Yellen que en dos instancias fue enfática en señalar de que la economía se encontraba ad portas de una potencial alza de tasas. A ello se sumó que la economía generó 211 mil nuevos empleos en el mes de noviembre algo que fue bien recibido por los agentes de mercado. Entre tanto la tasa de desempleo se mantuvo en 5% quedándose a sólo un respiro del 4.9% que le hubiese gustado ver a la FED antes de tener que subir la tasa de instancia monetaria. Por su parte, el Libro Beige trajo consigo nada más que buenos comentarios señalando que el gasto en consumo aumentó en todo el país, hubo una mayor demanda de préstamos bancarios y que las presiones salariales habían aumentando. Por ende, y como mencionásemos anteriormente, todos estos datos fueron como anillo al dedo para Yellen quien argumentó acerca de la gradualidad que adoptará el instituto emisor una vez que haya empezado el ciclo de alza de tasas. Sin embargo, no todo fue tan auspicioso ya que la lectura de ISM de manufactura entró en fase contractiva (hacia 48.6 puntos) mientras que la lectura de servicios se ajustó desde 59.1 puntos hacia 55.9 puntos. Algunos argumentarán de que aquello no importa a este punto ya que parte del deterioro del sector manufacturero se debe a la apreciación del dólar y que la demanda interna sigue robusta reflejada en la compra de automóviles que en el mes de noviembre, por segundo mes consecutivo, sumó 18.2 millones de unidades en términos anualizados. Es bajo este escenario tan auspicioso que las expectativas de que habrá un alza de tasas la siguiente semana se han encumbrado hacia 80% producto de lo los discursos de Yellen, los buenos datos de empleo y el alza de costos laborales unitarios en 1.8% durante el tercer trimestre del año. Sin embargo, hay un campamento minoritario que sigue pensando de que la FED continuará con la artillería pro cíclica hasta entrado el primer trimestre del 2016 simplemente porque las empresas están acumulando un exceso de inventario que no sólo ahora proviene del más que extremadamente cálido invierno sino que por el impacto que tendrá el reciente ataque terrorista sobre la demanda interna en Estados Unidos a sólo un par de semanas de lo acaecido en Francia.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) aprovechó su reunión de política monetaria para desplegar otra serie de medidas en pos de reinflar su economía. Entre ellas: 1) Bajó aún más a territorio negativo la tasa de depósitos bancarios dejándola en -30 puntos base; 2) Amplió los instrumentos que podrá comprar incluyendo bonos regionales y 3) Extendió el programa desde septiembre del año 2016 hacia marzo del 2017; Sin embargo, el instituto emisor mantuvo la tasa de instancia monetaria en 5 puntos base y la compra mensual de activos financieros en €60 mil millones, algo que al mercado parecio poco. Esto hizo que los mercados europeos se ajustasen -3.4% y la tasa de los bonos soberanos alemanas subiese casi 20 puntos base hacia 0.7%. Aún cuando el mensaje inicial fue mal recibido, al día siguiente Draghi, en una conferencia en Nueva York, aprovechó para clarificar una vez más de que el BCE hará todo lo que sea necesario para reinflar su economía, pero que por ahora las medidas adoptadas eran las adecuadas y que él generará todas las instancias para llevar la inflación nuevamente hacia 2%, dando a entender de que tenía capacidad y apoyo para desestimar las preocupaciones del Banco Central de Alemania, quien consideraba algunas de estas medidas innecesarias, algo que finalmente permitió que el desajuste bursátil registrado el pasado jueves revirtiese tendencia en las últimas horas. Habiendo notado aquello queda claro de que el camino que adoptará el BCE de aquí en más será escalonado simplemente porque se desconoce el impacto que tendrá el precio del petróleo finalmente sobre las presiones inflacionarias en el año 2016, en particular porque la OPEP optó, tras disensiones internas, de mantener su producción intacta dejando que el precio del petróleo finalmente cierre la semana por debajo de US$40 el barril.
Entre tanto, sin entrar en detalle, el FMI dictaminó finalmente que el yuan chino será otra moneda de reserva internacional con ello ratificando la posición mundial que tiene la economía china. Por su parte, en Brasil el conjunto de eventos políticos, financieros y económicos no hacen más que complejizar aún más a la ya frágil situación por la que se encuentra atravesando el país. Por un lado la Cámara de Representantes, con apoyo de la Corte Suprema, ha empezado un proceso de “impeachment” de la Presidenta Dilma Rousseff. Mientras que el gobierno ha dictaminado que seguirá con un proceso de corrupción al Presidente de la Cámara de Representantes, Eduardo Cunha, en los meses que vienen. Entre tanto la misma Corte Suprema dictaminó que el Presidente y CEO de BTG Pactual, André Esteves, no podrá salir de la cárcel mandando con ello a una crisis a la que fuese su empresa con cambios, en sólo cuestión de horas, de propiedad y gerencia sumando a ventas de activos “no estratégicos” para luego, el viernes pasado, el gobierno, tenerle que extender una línea de crédito por US$1,600 millones, para así evitar un colapso financiero aún cuando la empresa venía argumentando de que su posición financiera se encontraba intacta. Entre medio se supo que la economía se contrajo de forma aguda en el tercer trimestre (-4.5%) y se estima que la inflación se habría encumbrado por encima de 10% en noviembre a pesar de todos los esfuerzos.
En conclusión, aún cuando los anuncios del BCE inicialmente no fueron bien recibidos, la segunda intervención verbal de Draghi logró calmar las ansias de mercado. Sin embargo, ahora se viene por delante la decisión de la FED donde el mensaje de alza de tasas esperemos que no sea tan mal entendido si es que ésta se posterga hasta entrado el próximo año.
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