Las tasas de los plazos fijos (tanto mayoristas como minoristas) siguen
deprimidas, lo cual agranda su spread con respecto a los retornos que
ofrecen las Lebac en el mercado primario y secundario. En ese contexto,
los ahorristas que se habían alejado de las Lebac a partir de la baja de
tasas impulsada por el Banco Central (BCRA) desde la segunda mitad del
año pasado, vuelven a interesarse en estos instrumentos.
El viernes, la tasa Badlar de los bancos privados cerró en 18,93%,
mientras que la de plazos fijos a 30 días quedó en 17,41%. En tanto, la
última licitación de Lebac a 35 días en el mercado primario se hizo con
un interés de 22,25%. Si bien hay una diferencia de 5 días, es clara la
tendencia a favor de las últimas.
El mayor atractivo, sin embargo, se presenta en el mercado secundario.
Allí, el BCRA intervino para hacer subir las tasas de las Lebac, en un
intento por captar liquidez y contener las crecientes expectativas de
inflación. Como consecuencia, hacia el fin de la semana pasada las Lebac
más cortas (que vencen el 19 de abril) ofrecían tasas de 24,25% en el
mercado secundario, mientras que las que caducan en mayo daban
rendimientos de 23,6%. En ese marco, el spread entre el plazo fijo y las
Lebac volvió a estar cerca del 5% y es similar al que se veía en
algunos meses del año pasado (como enero, mayo, junio y julio), cuando
la tasa de las Lebac superaba el 30% y la Badlar, el 25%.
"En el mercado primario, el spread entre el plazo fijo y la Lebac que
vence en abril es de 500 puntos básicos; en el secundario, llega a los
700. Se volvió a spreads máximos después de varios meses y se vuelve a
poner sobre el tapete la inversión en Lebac, aunque muchos nunca la
abandonaron", señaló Juan Pablo Vera, operador de Tavelli y Cía. Y
agregó: "El cliente más conservador, que debutó en el mercado durante el
boom de las Lebac, sigue porque la rentabilidad es muy superior a la
del plazo fijo. De a poco, vamos tratando de mostrarle otras
alternativas".
Una cuestión no menor para los minoristas es la comisión que deben
pagarle a su agente de bolsa para poder invertir en Lebac. Varios
intermediarios aseguraron que, si bien los aranceles impactan más sobre
las letras más cortas, su influencia no le quita atractivo a la
inversión. "Las comisiones no superan el 1,5% nominal anual. Nosotros
cobramos 0,1% en las Lebac de corto plazo", afirmó Sebastián Arena,
director de Bavsa. En la práctica, esto significa que si el cliente
percibió durante un año una tasa de 24,25%, al restarle la comisión del
agente se queda con 22,75%, lo cual sigue siendo mejor que un plazo fijo
bajo los valores actuales.
Para quienes a pesar de eso quieren reducir al mínimo el pago de
comisiones, existe la posibilidad de invertir en Lebac a través de un
fondo común de inversión de los que se conocen como "real money" o
"T+1". "En estos fondos, que tienen un porcentaje importante de
posiciones en Lebac, el minorista no percibe un impacto tan directo de
las comisiones", comentó Juan Pablo Vera. "Hoy, los fondos logran
compensar los aranceles agregando a su portafolio letras provinciales
que rinden un poquito más que las Lebac", completó Sebastián Arena.
Durante los últimos días, los bancos desarmaron sus posiciones en pases y
también volvieron a las Lebac. El movimiento se explica tanto por la
diferencia de tasas como por una cuestión impositiva. Mientras las Lebac
pagan 24,25% en el mercado secundario, los pases pasivos ofrecen una
tasa de 24% sobre la que las entidades, además, deben abonar ingresos
brutos. En consecuencia, el interés que los bancos obtienen por pases
está dos puntos por debajo del que perciben por Lebac.
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