La caída en la actividad económica durante el año pasado, que según
registros del Indec significó una contracción de 2,3% para todo el país,
tuvo sus divergencias hacia adentro de la Argentina. Sólo una
provincia, Santa Fe, logró escapar a la reducción de su economía y
creció, en otras tres (dos más Ciudad de Buenos Aires) la disminución
fue menor al 2% y, en el resto, la baja son más pronunciadas con
guarismos que llegan al 11%.
Aunque magra, sólo Santa Fe registró una variación
positiva cuando se evalúa la performance en 2016 en comparación con el
año previo, con un crecimiento de en torno a 0,4%. Luego le siguen La
Pampa, Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, que si bien evidenciaron
caídas, lo hicieron a un ritmo sustancialmente menor que el resto (de
alrededor de 0,3%).
Los datos surgen de un análisis privado, que toma
en cuenta la evolución de ocho variables: nivel de empleo; salario
promedio; recaudación del IVA; ventas de supermercados, despachos de
combustibles; despachos de cemento; transferencias del Tesoro Nacional y
patentamientos de autos. Sobre la base de esos datos, la consultora
Federico Muñoz realiza un estimador de actividad, tanto a nivel nacional
(que se condice con la evolución del PBI de los últimos años) como
provincial. La falta de una estimación de producto bruto geográfico
(PBG) para cada uno de los estados subnacionales hace necesario recurrir
a alternativas.
"El dato auspicioso a destacar es que la gran
mayoría de las provincias (15 de 24) mostró en el cuarto trimestre una
variación trimestral positiva. Además, siete de esos 15 distritos
acumularon dos variaciones trimestrales positivas, dando por culminadas
sus respectivas recesiones", destaca un informe de la consultora, sobre
la evolución de las economías provinciales sobre fines de 2016.
En ese sentido, las siete que habrían dejado atrás
la recesión (según su definición técnica) son Ciudad de Buenos Aires;
Córdoba; Entre Ríos; Mendoza; Salta; Santa Fe y Tucumán.
A nivel anual, las que peor evolución tuvieron
durante 2016 fueron Santa Cruz, Catamarca, Tierra del Fuego, Chubut y
Jujuy. De hecho, según identifican en Federico Muñoz, tanto a Santa Cruz
como a Tierra del Fuego, el cambio de gobierno a nivel nacional las
afectó.
"En Tierra del Fuego, su economía se contrajo 6,5%
en 2016 como consecuencia de la progresiva caída en desgracia del
régimen de promoción industrial isleño. Por su parte, el nivel de
actividad de Santa Cruz se derrumbó 10,8%, víctima de la pérdida del
favoritismo del poder ejecutivo nacional y del propio desmanejo de la
provincia", sostienen.
La buena noticia es que a nivel nacional, la
estimación de este indicador privado arroja que en el primer trimestre
de 2017 casi la totalidad de las provincias habrían ingresado a una fase
de recuperación de su nivel de actividad.
Otra variable que se sigue para evaluar la
evolución de la actividad es la recaudación tributaria. Un informe de
Instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea
(Ieral) identifica que en las 18 provincias relevadas experimentaron
considerables aumentos nominales en su recaudación de impuestos total,
con una suba de 34% en promedio, pero pocas lograron superar la
inflación del período.
De manera coincidente con la actividad, a la que
mejor le fue en materia tributaria fue Santa Fe, con una suba de 45%. Le
siguieron por Neuquén (42%), Río Negro (39%) y Salta (39%).
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