LONDRES
(Reuters) - La compañía británica de construcción y servicios Carillion
quebró el lunes al negarse sus acreedores a proporcionar más apoyo
financiero.
La
compañía, que emplea a 43.000 personas y proporciona servicios en
defensa, educación, sanidad y transporte, dijo que el Gobierno
proporcionaría la financiación necesaria para mantener los servicios
públicos que lleva a cabo su personal.
Las
tensiones en torno a la empresa de 200 años de antigüedad se han ido
intensificando en las últimas semanas, obligando al Gobierno a celebrar
una serie de reuniones de un gabinete de crisis para decidir cómo
responder a la situación.
Carillion, una de las
muchas empresas privadas encargadas de servicios públicos en Reino
Unido, se ha visto afectada por costosos retrasos en contratos y un
descenso de nuevos pedidos que ha desencadenado una serie de recortes en
sus perspectivas y unas pérdidas semestrales de más de 1.000 millones
de libras.
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