SÃO PAULO, 10 mayo (Reuters) - Los molinos de Brasil evalúan comprar
trigo fuera del Mercosur, incluyendo a países como Estados Unidos y
Rusia, ante una escasez en el mercado local y la crisis en Argentina,
afirmó el presidente del grupo de la industria Abitrigo.
Argentina,
que normalmente suple la mayor parte de las necesidades de importación
de Brasil, tuvo una cosecha relativamente grande del cereal, de 18
millones de toneladas en 2017/18, según datos del Gobierno
estadounidense.
Pero el país vendió mucho a otros destinos, y
desde que la crisis cambiaria se acentuó los productores argentinos
empezaron a posponer ventas con la esperanza de ganar más con la
escalada del dólar frente al peso.
Un mayor interés por compras
de Brasil -uno de los mayores importadores globales de trigo- a otros
países fuera de Argentina respaldaría los precios en el mercado
internacional, que alcanzaron un pico de casi tres años a principios de
mayo en Chicago.
“Argentina está viviendo esa dificultad
cambiaria, con la devaluación del peso, la inflación, desde enero. Eso
afectó los negocios, aquellos que producen retuvieron el trigo para
obtener más recursos. Ese fue un problema coyuntural que complicó la
situación aquí”, dijo el presidente de la Asociación Brasileña de la
Industria del Trigo (Abitrigo), Rubens Barbosa.
El peso argentino subió un tenue 0,04 por ciento, a 22,71 por cada dólar, luego de tres sesiones seguidas con fuertes bajas.
De
acuerdo con Barbosa, Argentina tendría sólo 3,5 millones de toneladas
para ofrecer a Brasil este año, y el gigante sudamericano ya importó 1,5
millones de toneladas de su vecino entre enero y marzo, según datos
oficiales.
El volumen disponible sería suficiente para atender
cerca del 50 por ciento de las necesidades de importación de Brasil,
cuyas compras externas fueron estimadas el jueves por el Gobierno en 6,5
millones de toneladas.
Barbosa comentó además que la producción
en otros países de la región, como Paraguay y Uruguay, tampoco será
suficiente para atender la demanda de Brasil, por lo que se deberá
buscar trigo de otros orígenes, que pagan un arancel del 10 por ciento
que no se cobra dentro del bloque Mercosur.
“La alternativa es importar trigo de otras partes (...) trigo estadounidense y ruso”, comentó.
Barbosa
agregó que ya se contactó con el Ministerio de Agricultura para pedirle
al Gobierno la implantación de una cuota permanente de importación sin
arancel, desde orígenes externos al Mercosur, de 750.000 toneladas al
año.
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