martes, 14 de enero de 2020

Aumentó la brecha y el BCRA vendió reservas por primera vez en 2020

Desde hace días, los economistas vienen advirtiendo por la fuerte emisión monetaria que el Banco Central viene llevando adelante desde hace dos meses (la base monetaria trepó 22,2%), lo que impactaría en la inflación y en la brecha, teniendo en cuenta que dentro de muy poco la estacionalidad llevará hacia la baja la demanda de la moneda local. En tanto, ayer el “dólar MEP” y el “contado con liqui” operaron en alza: $ 78,3 y $ 80,6, respectivamente.

A la vez, durante la jornada de ayer, contrario a lo que venía ocurriendo desde hace más de un mes, y por primera vez en el año, el Banco Central volvió a vender reservas para abastecer la demanda. Según fuentes del mercado, la entidad monetaria vendió ayer casi US$ 60 millones.

“En los últimos quince años, la mitad de las veces la expansión fue menor al 15%, lo que indica que habría un exceso de oferta de dinero de alta potencia del orden del 6,3%”, señaló el economista Martín Tetaz. “Más aún, el Banco Central continuó en su política de bajar el piso de tasas esta semana, al poner el piso de las Leliq en 52% (antes 55%) y forzar a los fondos comunes de inversión a desarmar su posición en pases pasivos, al recortar en 40% la rentabilidad que pagará a las instituciones financieras por ese tipo de colocaciones”, afirmó.

Según el especialista, en conjunto esto hará que mucho dinero que estaba en Leliq y pases, fuera del sistema, vuelva a los bancos, quienes se verán presionados a colocar ese exceso de liquidez bajando las tasas de los créditos (tasas activas), o buscando colocaciones financieras alternativas. “Del otro lado del mostrador, los bancos pagarán menos a los ahorristas, porque les sobran fondos, por lo que la gente y las empresas pueden encontrar más atractivo desarmar posiciones en pesos y buscar dólares en el contado con liquidación o MEP”, advirtió.

“Al mismo tiempo, en la medida que las tasas en pesos se adentren en terreno negativo, crecen los incentivos para apostar al dólar”, afirmó Tetaz, que además señaló que, por otro lado, la ventana de oportunidad del Banco Central para aprovechar la mayor demanda de pesos de fin de año se termina en febrero, por lo que pasadas las fiestas y el inicio del verano caerá nuevamente la demanda de pesos.

Por su parte, el economista Federico Furiase (EcoGo) señala la encrucijada en la que se encuentra la entidad monetaria: con el cepo cambiario, superávit comercial privado y déficit fiscal, el objetivo de mover el dólar oficial para que el tipo de cambio no se atrase respecto a la inflación y para no ampliar la brecha (y tener problema de coordinación de expectativas) requiere que Pesce continúe comprando dólares.

Sin embargo, esta compra de dólares se genera tras la emisión de pesos (destinados, entre otros fines, para hacerse de la divisa estadounidense), lo cual entra en conflicto con el eventual objetivo de limitar la emisión. “Acá entra en juego la dinámica de la demanda de dinero una vez que se acabe el ‘veranito’ estacional de diciembre”, advirtió Furiase.

“Pero si la demanda de dinero no permite absorber la emisión monetaria por la compra de dólares, el financiamiento del déficit y de los vencimientos de pesos del Tesoro, la brecha cambiaria puede pasar factura, aunque el Central haga un crawling con el tipo de cambio oficial”, indicó Furiase. “La brecha nos importa y mucho, dado que una brecha inestable complica la estabilización de las variables nominales al complicar el anclaje de las expectativas (la referencia en inflación pasa a ser el dólar de la brecha), además de generar señales negativas para las exportaciones”, explicó.

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