El Senado estadounidense inició formalmente ayer el juicio político contra Donald Trump, en una jornada en la que un organismo de control no partidista del Congreso asestó un golpe al líder republicano al concluir que la Casa Blanca violó la ley al retener la ayuda en seguridad para Ucrania aprobada por los legisladores.
El demócrata Adam Schiff, quien encabeza un equipo de siete miembros de la Cámara de Representantes que harán la labor de fiscales, compareció en el Senado para leer los dos cargos aprobados por la Cámara baja el 18 de diciembre y que acusan a Trump de abuso de poder y obstrucción al Congreso por sus tratos con Ucrania.
Las formalidades de la apertura del juicio continuarán durante el día. El presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, prestará juramento para presidir el juicio al mandatario, al igual que los 100 senadores, que ejercerán de jurados.
Las declaraciones de apertura del juicio, solo el tercero en la historia de Estados Unidos contra un presidente, se esperan para el martes.
El abuso de poder citado por la Cámara baja incluye la retención de Trump de 391 millones de dólares en ayuda de seguridad para Ucrania, una medida que los demócratas han dicho que intentó presionar a Kiev para que investigue a Joe Biden, el más probable rival del mandatario en la elección presidencial del 3 de noviembre.
“La ejecución fiel de la ley no permite al presidente sustituir las prioridades transformadas en leyes por el Congreso para aplicar sus propias prioridades políticas”, dijo la Oficina de Control del Gobierno de Estados Unidos (GAO, en sus siglas en inglés), refiriéndose al hecho de que el Congreso ya había aprobado la asignación de los fondos.
La GAO, un brazo del Congreso, es vista como una agencia de auditoría de las labores del gobierno federal, la cual asesora a legisladores y varias entidades gubernamentales sobre cómo se gastan los dólares de los contribuyentes.
Si bien la evaluación de la agencia significa un revés para Trump, no está claro cómo o incluso si figurará en su juicio en el Senado, liderado por los republicanos, dado que permanecen en el aire asuntos clave como si comparecerán testigos o si se considerarán nuevas pruebas.
Los demócratas dijeron que el informe de la GAO muestra la importancia de que comparezcan en el Senado testigos y que se consideren nuevos documentos en el juicio.
“Esto refuerza, nuevamente, la necesidad de documentos y de testigos presenciales en el Senado”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una rueda de prensa.
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