martes, 14 de enero de 2020

Si PBA no renegocia, Guzmán deberá ceder y rescatar a Kicillof

En pocos días, entre el 19 y el 26 de enero, la provincia de Buenos Aires afrontará vencimientos de deuda por US$ 571 millones. Dentro de esas obligaciones, el pago más complicado, por ser de legislación extranjera, es el bono que vence el 26, que implica US$ 275 millones (US$ 248 millones de capital y US$ 28 millones de intereses). Por su parte, el mercado duda de la capacidad de negociar un aplazamiento del pago en tan poco tiempo.

Tras la negación del ministro de Economía, Martín Guzmán, de salir al rescate del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien busca evitar un default en su primer mes de gestión, los bonos públicos de ese distrito ayer cayeron 7% por temor a un default, que entrarían en ese estado tras un período de gracia de diez días. Por su parte, Alberto Fernández ratificó ayer la posición de Guzmán respecto a una asistencia financiera: “No está previsto en las cuentas del Estado Nacional”.

Según Félix Piacentini, economista especializado en economías provinciales, desde el punto de vista fiscal, la situación de la provincia de Buenos Aires no es muy grave. “Durante la gestión de María Eugenia Vidal, se avanzó mucho para revertir la situación que hubo durante la administración de Daniel Scioli. Para 2020, se puede esperar un resultado primario positivo, equilibrado; un resultado financiero con intereses negativo, pero no demasiado, en el orden de los cinco puntos de los ingresos totales”, detalló.

“Lo que le sucede a la provincia de Buenos Aires en cuanto al endeudamiento es un problema de liquidez, pero no de solvencia. Es decir, tiene un servicio de la deuda que tiene un peso grande sobre sus ingresos corrientes, porque tenía un stock mayormente dolarizado: más del 80% de la deuda estaba en moneda extranjera durante 2018, que fue cuando empezó el movimiento del tipo de cambio, y esto empezó a afectar la liquidez”, explicó Piacentini ante El Economista.

De acuerdo con el especialista, lo que vino haciendo la provincia de Buenos Aires en los últimos dos años fue tratar de rollear sus compromisos. “No es necesaria en todo caso una asistencia financiera exorbitante por parte de la Nación. Ahí está la habilidad de tratar de rollear los vencimientos. Es decir, reestructurar en mejores condiciones. No es el mismo caso de la Nación, que reperfila las Letes sin mayores inconvenientes: acá hay que sentarse a negociar. Sin dudas, el desafío estará en la habilidad de negociación”, aseguró.

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