"En Wall Street buscan
activos para invertir porque hoy las tasas son las más bajas en la historia del
capitalismo, desde la revolución industrial", resaltó el analista
internacional en diálogo con Ámbito.com, por lo que insistió:
"Este respaldo se da en un momento interesante del sistema financiero
internacional".
Castro remarcó que el ministro de Economía Martín Guzmán deberá
realizar como ofrecimiento "una quita hostil y razonable" y "si
es así, en Wall Street van a aceptar".
De conseguir este objetivo, el especialista subrayó: "Los
acreedores van a tener una actitud colaborativa".
Más reticente se mostró Andrés Asiain,
director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz
-C.E.S.O.-, con respecto a los dichos de la entidad: "Lo que dice el
FMI es algo que todo el mundo sabía. Los precios del mercado de los bonos nos
reflejaba que la deuda no se podía sostener".
"Lo positivo para el Gobierno es que señala que el
superávit fiscal para pagar esa deuda es política y económicamente
inviable", agregó el profesor de la Universidad de Buenos Aires -UBA-.
Asiain manifestó que considera la actitud del Fondo como
"parte de una estrategia de negociación", donde la institución de
crédito avala a la quita sobre los acreedores para tener "una
herramienta a utilizar para la reestructuración con los bonistas
privados".
Sobre la respuesta que tendrá esos bonistas, reflexionó: "Tengo dudas
porque, en definitivamente, fondo privados. Por más que lo diga el FMI o quien
quiera, la guita es de ellos y se van a manejar a su manera. Es todo parte de
una estrategia de diseñó el gobierno y que el FMI lo avala pero lo avala con
una quita sobre los bonistas no sobre la deuda de ellos".
"Me perece todo muy hipócrita porque se están
encubriendo ellos", criticó.
Por su parte, Aldo Abram, director
Ejecutivo de Libertad y Progreso, afirmó que "al FMI le conviene"
recibir una refinanciación de la deuda de un país que "no es
inviable".
"El FMI cerrará un acuerdo si es que no se
hacen propuestas irracionales, absurdas, porque ellos tienen el incentivo de
cerrar ese acuerdo", consideró antes de reiterar en varias
ocasiones que "el FMI siempre va a tener prioridad de cobro".
"¿Qué otra cosa le puede pedir el Fondo a los
acreedores cuando las políticas que se llevan a cabo y que parece que van a
seguir llevándose en el país hacen que las probabilidades de pago sean
bajísimas?", preguntó a modo de crítica.
El economista Claudio Loser adjetivó como
"muy positiva" y resaltó la postura "razonable" del
ministro de Economía Martín Guzmán para encarar la negociación con los
acreedores.
"El FMI reconoce que está hablando de la deuda
con los privados, no respecto de su deuda. Y eso hay que tenerlo muy en
claro", evaluó.
Por último, para Federico Furiase "fue
previsible que el FMI pusiera el foco en la sostenibilidad de la deuda y
estuviera alineado con Guzmán".
"Lo que quizás no estaba descontado por el mercado es
que el Fondo se alinee con Guzmán en que no hay margen en hacer un ajuste
fiscal de corto plazo y en ese sentido es una mala señal para los acreedores
privados y los precios de los bonos de corto plazo", remarcó.
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