jueves, 26 de agosto de 2021

Quién gana y quién pierde según el mensaje de Jackson Hole

 El concepto de tapering se refiere a  la disminución gradual y progresiva de las medidas extraordinarias de política monetaria expansiva de los bancos centrales, es decir, consiste en ir reduciendo los estímulos monetarios para que el mercado se vaya adaptando sin cambios bruscos que le hagan hundirse.
La palabra tapering recordamos que fue utilizada por primera vez por Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, el 22 de mayo de 2013 y es que la Fed pensó que era momento de salir de su política monetaria expansiva, hecho que hizo reaccionar mal a los inversores. En concreto, en el corto plazo, la Bolsa cayó, hubo un incremento del rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y una apreciación del dólar frente a la gran mayoría de divisas.
Sí, en el antecedente del 2013, las palabras de Bernanke sobre una reducción en las políticas acomodaticias provocó que los inversores en bonos respondieran de inmediato y hubo caída de los precios de los bonos que significa mayores rendimientos, por lo que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se dispararon.
Respecto a la Bolsa, la primera reacción del S&P 500 fue caer pero se recuperó pronto. El S&P 500 cayó un -0,5% y un -4,6% mensual, sin embargo, seis meses después, las acciones habían subido +7,6%, un +13% los siguientes 12 meses y un +19,5% los 18 meses posteriores al anuncio de Bernanke el 22 de mayo de 2013. Por su parte, el bono subió de 1,93% a 2,17% en la semana siguiente, a 2,53% un mes después del anuncio y a 2,78% 6 meses tras el anuncio, llegando a 2,53% 12 meses tras el tapering.  
Así las cosas, la Bolsa tuvo una  caída en el primer mes y medio y luego se recuperó terminando el año con casi un +30%.
Los sectores que se vieron más beneficiados fueron los de consumo discrecional, el financiero, el industrial y el de salud. Por su parte, los perjudicados fueron las utilities y el inmobiliario.
Es verdad que lo acontecido en 2013 no tiene por qué reproducirse ahora en 2021, entre otras cosas porque hay diferencias, como por ejemplo que el escenario económico y laboral es diferente, aparte de que el tapering de 2013 vino tras 4 años de política monetaria expansiva, mientras que ahora lleva menos tiempo pese a ser más intenso. Pero ya conocemos la frase de que la historia no se repite, pero rima.
En principio, un tapering no suele gustar a los mercados, pero esto conviene matizarlo. Todo depende de cómo se transmita el mensaje a los inversores. Por tanto, un tapering no tiene por qué originar un cambio de tendencia del mercado (otra cosa es en el corto plazo que seguramente reaccionará mal)  si se considera que la Reserva Federal de Estados Unidos está actuando para reducir el riesgo de inflación.

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