FRÁNCFORT (Reuters) - Las autoridades del Banco
Central Europeo (BCE) acordaron el mes pasado extender su programa de
compras de activos pero la decisión de mantener indefinidamente la
medida de estímulo pareció originar un acalorado debate, según mostraron
el jueves las minutas de la última reunión del organismo.
Tras
haber alineado el veloz crecimiento económico con una inflación anémica
en la zona euro, el BCE optó el mes pasado por reducir el volumen de
sus compras de activos y extender el programa por nueve meses más, un
tipo de estímulo más moderado que busca mantener una sólida expansión y
al mismo tiempo alimentar las presiones inflacionarias.
Los
mercados rápidamente aplazaron cualquier previsión de un alza de tasas
de interés hasta fines del 2019, al interpretar la decisión de octubre
como una promesa de que los estímulos económicos continuarán
aplicándose, en lugar de considerar el recorte de las compras de deuda
como un ajuste monetario.
Si bien la extensión
por nueve meses del esquema a compras de 30.000 millones de euros
mensuales tuvo un amplio apoyo, el relato del encuentro indica que las
autoridades del BCE debatieron una serie de alternativas y estuvieron
lejos de ser unánimes en la idea de mantener el programa de manera
indefinida.
“(Algunos pocos) consideraron que
se justificaba fijar una fecha para el fin (del programa) en
anticipación a nuevos progresos en torno a un ajuste sostenido en la
senda de inflación, gracias a expectativas de crecimiento mejores a lo
previsto, menores riesgos y condiciones financieras favorables para la
economía real”, dijeron las minutas de la reunión del 26 de octubre.
“También
se expresaron algunas preocupaciones respecto a que la naturaleza
indefinida del programa de compras de activos pudiera generar
expectativas de más extensiones (en las compras)”, añadió el texto.
Las
autoridades que no estuvieron de acuerdo argumentaron que incluso
aunque los mercados no anticiparan un final evidente de la compras de
activos, la reacción sería limitada y que, en cualquier caso, la
economía de la zona euro podía resistir condiciones financieras más
ajustadas en vista de su sólido crecimiento.
Y
en una otra señal de las posturas divergentes, algunas autoridades
dijeron que el BCE debería dejar de vincular sus compras de activos a la
senda inflacionaria y en su lugar hacer referencia directa a su
orientación central de política monetaria.
Fuentes han dicho
previamente a Reuters que los funcionarios del BCE estaban en general de
acuerdo en que, a menos que se produzca una fuerte agitación
financiera, el programa de compras de activos debería finalizar a fines
del próximo año.
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