Mauricio Oreng, estratega senior de Brasil en Rabobank, sugiere que, de
acuerdo con sus cálculos, los factores globales (como los spreads de
mercados emergentes y los precios de los materias primas) han sido los
principales impulsores de la fortaleza del BRL en los últimos años,
representando el 56% de una apreciación de 77 centavos frente al USD
desde finales de 2015.
Declaraciones clave:
"Los
factores nacionales representan el 38% de ese movimiento (el 6%
restante es un residuo). Esta estimación refleja un contexto
internacional de crecimiento más rápido y dinero fácil, así como los
desarrollos locales positivos en la política económica, la posición
externa y la recuperación de la actividad".
"Dado un
contexto global tan favorable, hemos revisado hacia abajo nuestra
proyección de USD/BRL para finales de este año a 3.30 (desde 3.40).
De acuerdo con nuestros modelos, una ganancia en los precios de las
materias primas compensaría una posible ampliación en los márgenes
crediticios de los mercados emergentes. Es probable que las expectativas
sobre los fundamentos domésticos respalden al BRL, después de la
materialización del resultado electoral constructivo en lo que respecta a
las perspectivas de las reformas económicas a partir de 2019. Sin
embargo, mantenemos un poco de "grasa" (10-15 centavos) en nuestra
proyección de divisas para este año, lo que refleja el riesgo (y las
probabilidades respectivas) de condiciones de liquidez global menos
favorables o resultados nacionales menos constructivos en la segunda
mitad de 2018”.
"Nuestras simulaciones (de estrés) muestran que
el impacto potencial del BRL de la incertidumbre interna (es decir, las
elecciones y las reformas) supera el impacto potencial de los escenarios
mundiales (razonables). Consideramos que los riesgos son ampliamente
asimétricos, con muchos más beneficios (es decir, una tasa de cambio más
débil) que lo contrario, ya que vemos que los mercados ya están
valorando con una alta probabilidad de buenos desarrollos locales".
"Dada
la posibilidad de impulsos cambiarios ambiguos por factores externos
(por ejemplo, mayores precios de materias primas frente a mayores tasas
de interés globales, mayores márgenes de crédito de en ME), vemos el nivel de 3.00 como posible piso (el mejor de los casos) para el tipo de cambio brasileña este año”.
"El
peor de los escenarios es un desarrollo político adverso (cuando se
trata de las perspectivas de las reformas económicas de 2019-2020),
agravado con un eventual deterioro en la escena global, ya sea en
términos de políticas de normalización/liquidez o en términos de
crecimiento/apetito por el riesgo. En estos escenarios, el USD/BRL bien
podría saltar hacia 4.30-4.50".
"Consideramos que un rango entre 3.10 y 3.40 es un tipo de cambio razonable para fines de 2018. En lo que respecta a nuestra previsión puntual (3.30), todavía vemos más bajas que subas".
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