BUENOS AIRES (Reuters) - Los líderes financieros de las
principales economías del mundo reafirmaron el martes su compromiso de
combatir el proteccionismo y de reconocer la necesidad de “más diálogo y
acciones” comerciales, días antes de que entren en vigor los aranceles
de Estados Unidos a las importaciones de acero y el aluminio.
Los
ministros de finanzas y jefes de bancos centrales del G-20 discutieron
en una cumbre en Argentina los riesgos que representan para el
crecimiento de la economía mundial una potencial guerra comercial
provocada por los aranceles de Estados Unidos y las crecientes sanciones
a China.
Pero luego de las conversaciones descriptas
por los participantes como “respetuosas” y consistentes en gran parte de
lecturas de declaraciones sin debate, el G-20 acordó solamente apoyar
una declaración ambigua del 2017 sobre el comercio y “reconoció” la
necesidad de más “diálogo y acciones”.
“Reafirmamos las
conclusiones de nuestros líderes sobre comercio en la cumbre de
Hamburgo y reconocemos la necesidad de más diálogo y acciones. Estamos
trabajando en reforzar la contribución del comercio en nuestras
economías”, dijo la declaración final de los ministros del G-20.
Pero
la declaración hizo poco por disipar la preocupación sobre una guerra
comercial mundial luego de que Estados Unidos anunció unos aranceles de
un 25 por ciento sobre las importaciones de acero y de un 10 por ciento
sobre las de aluminio, que entrarán en vigor el viernes.
Dos
funcionarios con conocimiento del asunto dijeron que el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, también anunciará aranceles sobre hasta
unos 60.000 millones de dólares en tecnología y telefonía china el
viernes, para castigar las prácticas de Pekín sobre la propiedad
intelectual.
La
declaración de Hamburgo del 2017, a la que los líderes financieros se
refirieron el martes, dice que los países del G-20 “seguirán luchando
contra el proteccionismo, incluidas todas las prácticas comerciales
desleales”.
Pero también expresa que los líderes del
G-20 “reconocen el rol de los instrumentos de legítima defensa
comercial”, una ambigüedad que provee a Estados Unidos con un argumento
para su causa de los aranceles.
El secretario del Tesoro
de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dejó en claro que los aranceles
anunciados por Trump fueron una acción en legítima defensa.
“Tenemos
que estar preparados para actuar en función del interés de Estados
Unidos de defender el comercio libre, justo y recíproco”, dijo en una
conferencia de prensa luego de las charlas, y agregó que siempre hay un
riesgo de que otros actúen en reciprocidad.
“Hay un
riesgo de una guerra comercial, el presidente dijo que no tenemos miedo
de entrar en una guerra comercial, dado el tamaño de nuestro mercado, y
por el hecho de que tenemos un déficit comercial grande”, expresó
Mnuchin.
“Sobre el caso del acero y el aluminio, esto es
un resultado de prácticas comerciales injustas y es por eso que
respondimos de esa manera”, agregó.
El ministro de
Finanzas canadiense, Bill Morneau, comparó esta reunión del G-20 con la
que se hizo en Alemania el año pasado cuando Mnuchin demandó una
reescritura de los términos ya establecidos sobre comercio, y dijo que
el resto del mundo ahora tiene una mejor idea de cual es la visión de
Estados Unidos sobre cómo deben ser revisadas las reglas comerciales.
“No
hay un consenso, todos alrededor de la mesa no tienen el mismo punto de
vista, pero hay un mejor entendimiento de qué es lo que están tratando
de lograr”, dijo Morneau.
EUROPA, LISTA PARA ADOPTAR REPRESALIAS
La
Unión Europea, el principal socio comercial de Estados Unidos, quiere
quedar exenta de los aranceles a los metales como Canadá y México, pero
hasta ahora no ha tenido éxito. Por esto la UE está preparando aranceles
sobre productos estadounidenses desde el whisky a los jeans y las motos
Harley-Davidson.
Funcionarios europeos dijeron que una
guerra comercial solo producirá perdedores y que el G-20 está unido en
apoyo del multilateralismo, una manera de decir que el G-20 defiende
resolver disputas comerciales mediante la Organización Mundial de
Comercio (OMC).
“Estuvimos todos de acuerdo en que es un
juego de suma negativa”, dijo el gobernador del banco de Italia,
Ignazio Visco, a periodistas en el marco de la reunión. “No hubo ni una
voz en contra del multilateralismo”.
Mnuchin dijo que
tuvo conversaciones directas con sus contrapartes en China y que espera
trabajar con Liu He, el nuevo viceprimer ministro, a cargo de las
políticas financieras e industriales, sobre cómo tener mejor acceso al
mercado chino.
“Creo que hay una visión general en el
G-20 de que es nuestro deseo ver que China abra sus mercados para que
podamos participar en ellos de la misma manera que ellos participan en
los nuestros en una relación mucho más recíproca”, declaró Mnuchin.
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