Mayores bancos de China sienten el viento en sus velas por repunte de ganancias

 PEKÍN/SHANGHÁI (Reuters) - Los principales bancos de China están reportando el mejor crecimiento de sus ganancias en tres años por mejores márgenes de interés netos, en un momento en que se espera que la ofensiva de Pekín contra las finanzas irregulares y el alto apalancamiento impulsen más la recuperación este año.
Los sólidos resultados de 2017 sugieren que Pekín ha tenido éxito en su presión para que los prestamistas más pequeños reduzcan su exposición a prácticas financieras más riesgosas, a cambio de ayudar a reducir la competencia para los gigantes con respaldo estatal.
Durante la pasada década, bancos de tamaño pequeño y mediano mejoraron sus ganancias gracias a préstamos más agresivos realizados a través de canales irregulares. Sin embargo, la marea cambió y la banca tradicional emergió ahora como la ganadora de esta ofensiva regulatoria.
“Los bancos que irán bien este año son los que tengan franquicias nacionales, marcas ‘seguras’, balances generales relativamente limpios, productos competitivos, sólidos depósitos y fuertes prácticas crediticias”, comentó John Ott, socio de Bain & Company.
Según los analistas, el Industrial and Commercial Bank of China Ltd (ICBC), el mayor banco del país por capitalización de mercado, lidera las ganancias en lo que va de año.
“Tenemos un fuerte ambiente macroeconómico, un buen mecanismo (interno) y una mejora de los fundamentos de calidad para los préstamos”, dijo el presidente de ICBC, Yi Huiman, el martes. “Puede esperarse que la calidad de los activos siga mejorando”.
ICBC reportó un ratio de los préstamos en mora del 1,55 por ciento, frente al 1,62 por ciento de un año atrás.
Estos diferenciales mejoraron también en el caso del segundo y tercer prestamista chino por activos, el China Construction Bank Corp (CCB) (del 1,52 al 1,49 por ciento) y el Agricultural Bank of China Ltd (AgBank) (del 1,81 al 2,37 por ciento).

Reporte de Shu Zhang, Engen Tham y Matthew Miller; editado en español por Carlos Serrano