Al parecer, en el BCRA primó el temor a quedar a expensas de
una aceleración en la sangría de las reservas. Así, ante rumores de feriados y
otros artilugios, anoche el ente monetario decidió casi pulverizar el
límite para comprar dólares para atesorar a sólo u$s200 mensuales
(antes, u$s10.000). “Ante el grado de incertidumbre actual, el BCRA
decidió tomar una serie de medidas que buscan preservar las reservas. Las medidas
anunciadas son transitorias hasta diciembre”, explicó el directorio. El
nuevo cepo establece ahora un límite de u$s200 mensuales a la compra de la
divisa para personas físicas con cuenta bancaria y de u$s100 para ser comprados
en efectivo. Estos límites no son acumulativos.
¿Qué harán hoy los ahorristas, inversores, empresas,
bancos y fondos de inversión tras los resultados de ayer? Es la
pregunta del millón. Ya que sobre el cierre de la semana pasada se especuló con
el advenimiento de viejas prácticas, como implementar feriados cambiarios.
Anoche, desde el BCRA, aseguraban que no se estudiaba ninguno. En las actuales
circunstancias lo mejor, para el país, es despejar los nubarrones y no hacer
olas. Esto, claro, es responsabilidad del Gobierno y de la oposición
triunfante. Pero dado el conflicto de intereses reinante entre ambas fuerzas
políticas, nada indica que la transición será sin sobresaltos. Menos, luego de
los discursos de anoche. Sólo se zanjó el intríngulis de tener que sobrevivir
hasta un balotaje. Pero todavía falta transitar poco más de 40 días hasta la
entrega del poder.
Al BCRA le quedan u$s43.503 millones de reservas brutas.
La semana pasada perdió u$s3.383 millones y en lo que va de octubre, u$s2.110
millones. En septiembre perdió u$s10.597 millones y desde las PASO u$s22.806
millones. El Gobierno de Cambiemos no quieren irse en crisis. Por
lo que no debería verse un tipo de cambio oficial muy lejos del actual. Pero
ante el nuevo cepo sin dudas el dólar blue y el “contado con
liquidación” serán la caja de resonancia a monitorear. Vale señalar que aún hay
u$s20.600 millones de depósitos privados en dólares (el Tesoro tiene unos
u$s2.300 millones) en el sistema financiero. De modo que todavía hay mucha tela
para cortar. Encima, siguen cayendo vencimientos en el limbo de la deuda
pública reperfilada y sin reperfilar. El viernes, por ejemplo, vencen $15.000
millones de Lecap. Pero en noviembre caen Letes
en dólares. El BCRA cerró el grifo del atesoramiento, pero el
de los argendólares sigue abierto. Es clave que no haya corridas ahí.
A la vista de los resultados de ayer, la reacción del
mercado, que ya descontó el triunfo de Alberto Fernández y Cristina
de Kirchner, no debería ser ni de furia ni descalabro. Salvo que, tras
el desayuno de hoy entre Macri y Fernández,
salgan sacándose chispas, o desde la oposición surja algún disparate. El BCRA
prefirió no esperar la apertura de hoy para ver cómo digería el mercado los
resultados, que para Macri fueron mejores de lo esperado. Además, Rodríguez
Larreta aseguró el bastión del PRO en Capital, eliminando el temible
escenario de balotaje y el futuro Congreso garantiza cierta estabilidad, en
términos de que nadie accede al control absoluto. Todo deberá ser negociado.
Por lo tanto, de no mediar ninguna sorpresa, los mercados tendrían que
transitar estas jornadas con las idas y vueltas de todo cambio de gobierno.
Este sería el escenario, casi ideal, pero como no hay experiencia ni
legislación de transición de mandatos democráticos, hay que rezar por la
serenidad y racionalidad de ambos.
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