A partir de datos oficiales, estiman que quedan 38,3 millones de
toneladas sin liquidar entre soja y maíz, valuadas al tipo de cambio
actual (3/12/2019) en alrededor de US$10.083 millones. Desde el sector
avizoran pérdidas de US$45 por tonelada en el mercado internacional si
se demora la entrega. Si a eso se le suman al aumento en las retenciones
y el atraso cambiario, el campo estaría corriendo serio riesgo de
pérdida de capital.
En la cuenta regresiva al 10 de diciembre, cuando Mauricio Macri
entregue el mando presidencial a Alberto Fernández, explotó la
liquidación de granos, principalmente de soja, maíz y trigo.
Según reporta la Bolsa de Comercio de Rosario, "por
lejos el producto más vendido en noviembre, el maíz nuevo cierra el mes
con casi 2 millones de toneladas negociadas a lo largo del mes para
entrega en el Gran Rosario. El despegue comercial más importante lo dio
en los últimos siete días, cuando se concertaron negocios por 936.000
toneladas de maíz 2019/20 para descarga en el Up River Rosario, según
datos de SIO-Granos. Las negociaciones, que incluyen contratos
de compraventa y canje, más que duplican los volúmenes comercializados
de la mercadería en cuestión durante las anteriores semanas del mes, en
parte impulsado por las lluvias que mejoraron los perfiles de algunas
zonas productivas de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos".
El campo da por hecho el manotazo impositivo que dará Fernández una
vez asumido, tal como lo expresó el portal especializado Valor Soja. "En
noviembre pasado la recaudación por derechos de exportación –nutrido
fundamentalmente de las exportaciones agroindustriales– fue de 53.763
millones de pesos versus 38.791 millones en octubre de este año.
En términos reales interanuales, considerando una inflación del 50.5%,
el crecimiento de la recaudación por retenciones en noviembre fue de
143% respecto el mismo mes de 2018.
En noviembre pasado la recaudación por retenciones
representó casi un 15% de los ingresos tributarios totales de la
administración pública nacional (sin considerar cobros del sistema de
seguridad social) versus 11% en octubre de este año y 6,5% en noviembre
de 2018", detalló.
Ahora bien, aún queda una importante cantidad de granos que no fueron
exportados y que Fernández contará si logra los incentivos necesarios
para su liquidación. El diario especializado en economía BAE Negocios
hizo una cuenta sencilla: "Datos publicados por la Dirección de
Mercados Agropecuarios muestran que al 20 de noviembre se vendió a la
exportación y a la industria 40,7 millones de toneladas de soja. Sobre
una cosecha de 56 millones de toneladas, aún quedan por comercializar
15,3 millones. Si se le agrega que aún falta poner precio a 4,5 millones
de toneladas ya entregadas, suman unas 19,8 millones de toneladas que a
valor FOB representan divisas por US$6.924 millones.
La misma situación se observa en el maíz. La campaña según
Agroindustria fue de 56,8 millones de toneladas. De este monto, 40,7
millones ya fueron entregadas por el productor con lo cual falta
negociar 16,7 millones de toneladas. Si se agregan los 2,46 millones de
toneladas que están bajo la modalidad a fijar precio, implican un
ingreso de divisas de uS$3.159 millones.
Esto quiere decir que
38,36 millones de toneladas entre ambos cultivos tiene el productor en
su poder, valuadas en un total de US$10.083 millones".
Desde el sector advierten que será importante liquidarlo cuanto antes
porque podría haber una perdida de su valor en el mercado de Chicago.
"El precio de soja disponible tiene una diferencia de US$15 por
tonelada con la de mayo de 2020 que se irá perdiendo cuando se acerque
la fecha de entrega", señaló el analista de la corredora Futuros y Opciones (FyO); Dante Romano.
El experto resaltó que si a esta quita se le suma "el posible derecho de exportación del 35% que se rumorea, la merma será de U$S30 más".
Por lo tanto, la oleaginosa
puede llegar a cotizar el año próximo en US$200 la tonelada. Es decir
que perdería US$45 por tonelada si espera a entregarla en 2020.
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