"Emitir hubiera sido peor", fue la explicación que
dieron en el equipo de Martín Guzmán para decidir declarar desierta la
licitación de bonos de ayer y defaultear hoy el pago de los bonos dual AF20.
Y aunque el grueso del mercado discrepa con esta lectura porque
una suba del riesgo país como la que se vio este martes complica el
financiamiento en el mercado local de las provincias y adelanta más tensión en
la negociación de la deuda, el apego a cierta prudencia monetaria sobre el
último minuto sugiere que detrás de la decisión de defaultear la deuda estuvo
la negativa del Banco Central a emitir los pesos.
Al fin y al cabo, el gobierno ayer mantuvo abierta la
recepción de ofertas en el Siopel por más de tres horas después del cierre, lo
que es indicativo de que hasta último momento estiró las negociaciones con los
fondos extranjeros. Según trascendió, habría conseguido más de la mitad de los
fondos necesarios, aunque no a la tasa deseada. Y un 50% de aceptación -sumado
al 10% de adhesión al canje voluntario- no parecía un mal resultado, incluso si
las paridades no eran las deseadas por el gobierno. Reducía del 6% al 3% de la
base monetaria el monto a emitir.
"Con el 50% estaban en condiciones de pagar. Yo
entiendo que desde arriba los pararon en seco y los hicieron declarar desierta
la licitación", explicó a LPO un ex funcionario quien no descartó que a
Pesce lo haya respaldado Marcó del Pont.
"De no haber tenido la intención de pagar, Guzmán no
habría anunciado esta licitación a modo de segundo canje. Dieron muchos pasos
para que el mercado tuviera la percepción de que se iba a pagar. Y esta
decisión complica la relación con Templeton y los demás fondos con los que va a
tener que sentarse a negociar en unas semanas. Y si la renegociación no le sale
bien, a él le explota, no le veo mucho sentido", agregó.
"Desde el punto de vista del Estado, lo que entiendo es
que tiene que ver con un tema de negociación, no de capacidad de pago. A mi
criterio, fuera de un contexto de negociación, si se quería pagar se podía. Era
en pesos, si fuera en dólares había un impedimento, pero en pesos era
manejable. Tiene que ver más con una cuestión de negociación que capacidad de
pago" coincidió José Ignacio Bano, gerente de Research de
InvertirOnline.com.
Lo cierto es que este martes el gobierno esgrimió el
argumento de la cautela por el impacto en el mercado monetario: "La
emisión habría sido una bomba de tiempo", aseveraron en el equipo de
Guzmán.
Es el mismo argumento que justo ayer sostuvo el directorio
de Banco Central que encabeza Miguel Pesce respecto de los lineamientos de
política monetaria de la entidad: "En el contexto de la emergencia
económica y social descrita, y de una situación crítica en lo que hace al
acceso al mercado de crédito voluntario externo, el Banco Central considera
necesario asistir excepcionalmente al Tesoro tanto en la eventualidad de pagos
de deuda al exterior como, de ser estrictamente necesario y bajo límites
prudentes que respeten el equilibrio en el mercado monetario, de
financiamientos en moneda local", dijo en el primer Informe de Política
Monetaria de su gestión.
Es que a su vez, el pago a los bonistas cuando se le están
negando recursos a otros destinos también tiene un ribete político que muestra
que con el reperfilamiento el más beneficiado no fue Guzmán.
Según explicó a LPO, el economista y director de EcoGo,
Federico Furiase: "El reperfilamiento compulsivo le mete mucho ruido a la
construcción de la curva de pesos y a la negociación de la deuda en dólares, y
además puede incluso recalentar la brecha si caen los bonos en dólares. Y
tratar de contener la presión en la brecha acelerando el crawling del tipo de
cambio oficial (mientras los bonos en dólares caen de precio por el
reperfilamiento compulsivo del AF20 ) es arriesgado en el timing. Era difícil
defender la 'foto' de pagar con emisión la deuda de fondos de afuera mientras
no hay fondos para negociar los aumentos que piden los sindicatos en las
paritarias que se vienen. Lo paradójico es que en los últimos días el Banco
Central expandió por Leliqs en torno a $100.000 millones".
Para Furiase: 'Era difícil defender la
'"foto" de pagar con emisión la deuda de fondos de afuera mientras no
hay fondos para negociar los aumentos que piden los sindicatos en las
paritarias que se vienen. Lo paradójico es que en los últimos días el Banco
Central expandió por Leliqs en torno a $100.000 millones'.
"Quedaron en un córner difícil tras la novela de la
provincia de Buenos Aires, el canje fallido y la poca entrada de fondos a la
licitación, y tenían que elegir entre dos opciones negativas: pagar con emisión
monetaria o reperfilamiento compulsivo. En mi opinión, deberían haber tomado
los pesos que entraron a la licitación y pagar con emisión monetaria,
controlando la presión en la brecha con esterilización del Banco Central vía
señal de tasa o suba de encajes", agregó el economista.
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