WASHINGTON (Reuters) - La crisis generada por la pandemia del
coronavirus continuó golpeando al mercado laboral de Estados Unidos,
donde millones de personas más, entre ellos muchos ejecutivos, pudieron
ayuda estatal por desempleo la semana pasada.
Las
solicitudes iniciales de subsidios por desempleo totalizaron 2,981
millones en cifras ajustadas estacionalmente en la semana finalizada el 9
de mayo, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
Si bien la
cifra marca un descenso respecto a los 3,176 millones de pedidos de
seguros por desocupación de la semana anterior y representa la sexta
baja consecutiva, el volumen de solicitudes se mantiene persistentemente
alto.
Economistas encuestados por Reuters habían previsto que
los pedidos llegarían a 2,5 millones en la última semana. Las cifras han
estado descendiendo gradualmente desde que alcanzaron un récord de
6,867 millones en la semana al 28 de marzo.
El informe
semanal sobre subsidios por desempleo, uno de los datos clave sobre la
salud económica, cimenta las expectativas de los analistas de un tercer
mes consecutivo de fuertes despidos en mayo. El reporte fue revelado un
día después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell,
advirtió sobre un “periodo extendido” de debilidad económica e ingresos
estancados debido a la epidemia de coronavirus.
“Estamos en la
parte final de la primera ola de despidos, y ahora estamos en una
transición desde la fase de desastre natural a la fase recesiva”, dijo
Josh Wright, economista jefe de la firma Wrightside Advisors en Nueva
York.
“Esa es la razón por la que tantos empleos de ejecutivos se
están perdiendo. Efectivamente quedó amputada una sección de la
economía y ahora vamos a estar sin ese sector por bastante tiempo”,
agregó.
La economía estadounidense perdió la dolorosa cifra de
20,5 millones de puestos de trabajo en abril, el mayor derrumbe en las
nóminas desde la década de 1930, ya que las empresas tuvieron que
acogerse a órdenes de paralización y confinamiento de trabajadores por
el avance del COVID-19.
De todas formas, probablemente
abril marcó la mayor parte de pérdidas laborales de esta crisis, que
también ha estado marcada por el mayor descenso de la producción desde
la Gran Recesión de 2007-2009.
En otro reporte económico del
jueves, los precios de las importaciones en Estados Unidos sufrieron su
mayor caída en más de cinco años en abril, ya que la crisis deprimió la
demanda de productos petroleros, lo que podría respaldar las
predicciones de un breve periodo de deflación.
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