BUENOS AIRES (Reuters) - El peso argentino recorre caminos inciertos,
con las dudas que genera la deuda soberana y la recesión que transita
la nación, lo que acrecienta una enorme brecha entre el casi estático
mercado oficial, por los controles cambiarios, y la merma en el segmento
informal y otras plazas paralelas.
La
moneda argentina en el mercado interbancario opera en torno a las 67
unidades por dólar, con la constante intervención del Banco central
argentino (BCRA) controlando su movimiento, mientras que en el mercado
informal -o no regulado- se negocia a alrededor de 120 pesos por dólar.
La
brecha entre ambas cotizaciones es la mayor desde 2014, según datos de
Reuters y de operadores, lo que genera presión sobre el mercado oficial y
aumenta la amenaza de una significativa devaluación de la moneda,
dijeron analistas.
“El argentino que, dado el nivel actual
recesivo, tiene una mayor propensión a ahorrar, se refugiará en activos
más seguros como el (dólar) informal. Por ende, es de esperarse que el
informal siga subiendo”, dijo a Reuters Natalia Motyl, economista de la
Fundación Libertad y Progreso.
La diferencia entre ambos mercados
-mayorista e informal- se esta incrementando debido a los duros
controles de divisas, las bajas tasas de interés reales y la creciente
emisión monetaria que impulsa el país para levantar una economía que
lleva dos años en recesión y que actualmente se encuentra afectada por
la pandemia del coronavirus.
El país sudamericano, que sufre una
alta inflación que en 2019 fue del 53,8%, trata de evitar una nueva
cesación de pagos, ya que busca renovar unos 65.000 millones de dólares
de deuda externa antes del 22 de mayo, fecha límite para realizar un
pago de intereses pendientes.
Goldman
Sachs dijo en una nota que las tasas de interés reales negativas y el
exceso de liquidez creado por el BCRA para financiar un mayor déficit
fiscal “están presionando cada vez más al peso”, lo que eventualmente
podría causar una devaluación de la moneda.
“Estamos cada vez más preocupados de que los riesgos de una gran depreciación en el mercado estén aumentando”, agregó.
El
BCRA también dispuso medidas para dificultar el acceso a dólares a
través de canales legales, aunque no oficiales, incluido el “Contado con
Liquidación”, utilizado por muchos en Argentina para hacerse de divisas
estadounidenses.
Oficialmente, los individuos solo pueden
acceder a comprar un máximo de 200 dólares por mes, con un impuesto del
30% sobre el valor de la divisa.
Los analistas consultados
coincidieron en que la situación seguramente se agrave en lo que resta
del año, debido al impacto económico del COVID-19. El Gobierno trabaja
en su reestructuración de deuda y estima que en 2020 la economía tendría
una contracción de un 6,5%.
“Muy probablemente en el transcurso
del segundo semestre se sienta aún más el impacto”, según Motyl, quien
añadió que “habrá mayor sed de dólares debido al terror que ocasiona la
pérdida del valor del peso”.
Por su parte, Horacio
Larghi, economista de la consultora Invenómica, dijo que la brecha con
el mercado informal podría ser mucho mayor al 80% actual.
“Estoy
seguro que de continuar endureciéndose los controles cambiarios el gap
(brecha) con el oficial sin dudas podría superar el 100%”, expresó.
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