BRASILIA, 10 jun (Reuters) - La inflación de Brasil continuó
evaporándose en mayo, según mostraron las cifras oficiales divulgadas el
miércoles, ya que una caída de las tarifas de viajes aéreos y de los
costos del combustible por la crisis del coronavirus dio paso a la baja
más acentuada de los precios al consumidor desde agosto de 1998.
Los
precios al consumidor calculados en el índice IPCA bajaron un 0,38% en
mayo, menos que el declive de 0,46% estimado en el consenso de un sondeo
de Reuters, pero de todas formas la mayor tasa de deflación mensual en
casi 22 años.
La tasa anualizada de inflación se desaceleró a
1,9% en mayo desde el 2,4% de abril, aún ligeramente por encima de las
expectativas de un sondeo de Reuters de 1,8%, pero también la menor
lectura a 12 meses desde 1999, según datos de Refinitiv.
La
inflación anualizada todavía está muy por debajo de la meta del Banco
Central para 2020 de 4,0%, incluso considerando el margen de 1,5 puntos
porcentuales para cada extremo del objetivo.
La más reciente
evidencia de debilidad en los precios podría alimentar los argumentos
para que el Banco Central recorte sus tasas de interés en su reunión de
la próxima semana.
“El detalle del reporte mostró que el
retroceso de la inflación fue generalizado. Está claro que la inflación
no será una preocupación para las autoridades del Banco Central cuando
se reúnan el miércoles (próximo)”, dijo William Jackson, economista jefe
de mercados emergentes de Capital Economics.
La tasa
de interés de referencia del Banco Central, Selic, ya se encuentra en un
mínimo récord de 3%. La única gran duda ahora recae en si las
autoridades del organismo la reducirán en 50 o 75 puntos base, dijeron
economistas.
De acuerdo al instituto de estadísticas IBGE, los
principales factores tras la deflación de mayo fueron un declive de
4,35% en los precios de la gasolina y una caída de 27,1% en los boletos
de viajes aéreos, los cuales arrastraron la variación de los costos del
transporte a -1,9%.
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