WASHINGTON, 8 jun (Reuters) - Con tres meses completos de respuesta a
una pandemia mundial en su haber, las autoridades de la Reserva Federal
de Estados Unidos se han unido en torno a un punto: un progreso
duradero en el frente económico estará dictado por el éxito en la
contención de la propagación del coronavirus.
Pero
cualquier otro consenso puede ser esquivo en la reunión que mantendrán
esta semana los responsables de política monetaria del banco central
para ponderar las últimas señales de que Estados Unidos puede superar lo
peor de las consecuencias económicas de la pandemia con las pruebas de
que el virus aún no está bajo control.
El inesperado aumento de
más de 2,5 millones de puestos de trabajo en EEUU el mes pasado será uno
de los factores del debate, como también lo será cualquier indicio de
que la generación de empleo y otras actividades más amplias están
acompañadas de una mayor transmisión del nuevo coronavirus.
El
lugar donde termine este debate podría dar forma a las decisiones sobre
la expansión o la creación de nuevos programas de emergencia en
previsión de una crisis económica más prolongada, o sobre la mejor
manera de apoyar a las empresas y los hogares si de hecho la pandemia se
está atenuando.
El banco central estadounidense
mantiene discusiones en curso en cada frente, tanto sobre los
compromisos a largo plazo que podría hacer para anclar los tipos de
interés a un nivel bajo para la recuperación, como sobre la caza
continua, como dijo el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell la
semana pasada, de las empresas con un número considerable de empleados
que no han estado cubiertos por ninguno de los programas de crisis
lanzados hasta ahora.
Los sorprendentes datos de las nóminas de
mayo publicados por el Departamento de Trabajo el viernes podrían
atenuar parte de la urgencia que ha acompañado a las reuniones de la Fed
desde marzo.
Después de haber reducido los tipos de interés a
casi cero y lanzado un grupo de programas de crédito en una intensa
ronda de reuniones de emergencia en marzo, no se esperan decisiones
políticas importantes el miércoles cuando el Comité Federal de Mercado
Abierto termine su reunión de dos días. El comunicado sobre política
monetaria está previsto para el miércoles y Powell dará
una conferencia de prensa poco después.
Sin embargo, los
responsables de la Fed emitirán proyecciones económicas por primera vez
desde diciembre, antes de que una década de expansión económica se viese
sofocada por la ola masiva de desempleo que siguió a los confinamientos
generalizados para detener la propagación de la COVID-19, la
enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus.
Las
proyecciones previstas para marzo se aparcaron porque había tanta
niebla en torno a una economía en colapso que los responsables de
política monetaria consideraron inútil adivinar hacia dónde se dirigían
el desempleo, la inflación y el crecimiento económico.
Tres meses
de datos desde entonces han verificado el alcance de la crisis -el
desempleo puede haber caído en mayo pero permanece en zona de Gran
Depresión en el 13,3%. Y aunque parece que se ha alcanzado lo peor en
términos de desempleo, el economista de Oxford Economics, Bob Schwartz,
advirtió el viernes que “el notable giro del mes pasado reflejó la parte
de fácil recuperación del proceso de curación”.
Además, se sigue
desconociendo quizás lo más importante: la medida en que se ha hecho un
progreso duradero en la contención de una crisis sanitaria que se ha
cobrado las vidas de más de 110.000 estadounidenses.
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