WASHINGTON, 30 jul (Reuters) - La economía estadounidense se contrajo
a su ritmo más veloz desde la Gran Depresión en el segundo trimestre,
ya que la pandemia de coronavirus devastó el consumo personal y de las
empresas, mientras que la incipiente recuperación se ve amenazada por
rebrotes de la enfermedad.
El
Producto Interno Bruto (PIB) se derrumbó a una tasa anualizada del
32,9% en el último trimestre, la contracción más grave en la producción
desde que el gobierno comenzó a tomar registros en 1947, dijo el jueves
el Departamento del Comercio.
El descenso del PIB más que
triplicó la última gran retracción de la economía, de un 10%, registrada
en el segundo trimestre de 1958. La economía se redujo a una tasa del
5% en el primer trimestre.
Analistas encuestados por Reuters habían previsto un colapso del PIB de 34,1% en el periodo de abril a junio.
Buena
parte de este declive histórico del PIB ocurrió en abril, cuando la
actividad casi se paralizó luego de que restaurantes, bares, fábricas y
otros negocios se vieron obligados a cerrar desde mediados de marzo para
detener la propagación del COVID-19.
Aunque
la economía comenzó a repuntar en mayo, el impulso se ha desacelerado
por la reaparición de casos de coronavirus, especialmente en áreas
densamente pobladas del sur y el oeste de Estados Unidos, donde las
autoridades están cerrando nuevamente negocios y empresas para contener
los contagios.
El incremento acelerado de casos y la cifra de
muertes ha moderado las expectativas de un repunte del crecimiento en el
tercer trimestre.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome
Powell, reconoció el miércoles que ha habido una ralentización de la
actividad. El banco central estadounidense dejó sin cambios sus tasas de
interés en niveles cercanos a cero y se comprometió a continuar
inyectando dinero barato a la economía.
“Da la impresión de que
la economía tocó fondo en el segundo trimestre”, dijo Sung Won Sohn,
profesor de finanzas y economía de Loyola Marymount University en Los
Angeles.
“El panorama no es muy bueno. Los estadounidenses no
están haciéndolo bien en términos de distanciamiento social, la tasa de
infecciones es inaceptablemente elevada y eso implica que la economía no
puede ganar tracción”, sostuvo.
El descalabro del PIB
y la tambaleante recuperación podría generar más presión a la Casa
Blanca y el Congreso para que acuerden un segundo paquete de estímulos
económicos.
Economistas dicen que sin el primer paquete fiscal
de casi 3 billones de dólares aprobado por el Congreso, la contracción
del PIB pudo haber sido peor. El plan ofreció a las compañías ayudarles a
pagar salarios y entregó a millones de desempleados un cheque semanal
de ayuda por 600 dólares, en un subsidio de emergencia que expira el
sábado. Muchas empresas han agotado sus líneas de crédito.
En
otro reporte por separado el jueves, el Departamento del Trabajo dijo
que los pedidos iniciales de subsidios por desempleo totalizaron 1,434
millones en la semana finalizada el 25 de julio, por debajo de las
estimaciones del mercado que apuntaban a un incremento de 1,450 millones
de solicitudes.
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