EEUU, a la espera de que Trump ratifique plan de estímulo de 900.000 millones
Washington, 22 dic (.).- Mientras crecen los casos de covid-19 y más
negocios se ven obligados a cerrar, Estados Unidos está a la espera de
que el presidente saliente, Donald Trump, ratifique el paquete de
estímulo económico de 900.000 millones de dólares que aprobó la noche
del lunes el Congreso.
Trump, que se retiró hace meses de la mesa de negociaciones sobre el
plan de estímulo, siguió este martes en Twitter inmerso en sus teorías
de la conspiración sobre las elecciones del 3 de noviembre, que perdió
frente al demócrata Joe Biden.
La Casa Blanca ha asegurado que Trump firmará la iniciativa, un paso
indispensable para que entre en vigor el rescate, pero no ha detallado
cuándo dará ese esperado paso, que podría prolongarse incluso hasta la
semana próxima, ya que el plazo para hacerlo vence el 28 de diciembre.
Entretanto, la ansiedad se apodera de quienes esperan un plan de
ayuda que ha tardado meses en llegar y que fue aprobado en un momento en
que EE.UU. registra unos 3.000 nuevos casos cada día, lo que ha
obligado a algunos estados a decretar nuevas restricciones.
PAGOS DIRECTOS Y SUSPENSIÓN DE LOS DESAHUCIOS
En concreto, los estadounidenses están pendientes de unos pagos
directos de 600 dólares para todos aquellos con una renta anual de menos
de 75.000 dólares, una medida similar a la del anterior paquete de
ayuda, aprobado en marzo y por valor de 2,2 billones de dólares, el
mayor de la historia del país.
El rescate anterior contemplaba transferencias directas a ciudadanos de 1.200 dólares por persona.
En el paquete actual se darán, asimismo, 300 dólares a la semana a
cada desempleado y se prorrogará hasta el 31 de enero una norma que
suspende los desahucios y que iba a expirar a finales de año.
También incluye 325.000 millones de ayuda a pequeñas y medianas
empresas, 45.000 millones a los sistemas de transporte público, 13.000
millones en asistencia alimentaria y 82.000 millones para que las
escuelas puedan reparar sus instalaciones y adecuarlas a la enseñanza en
medio de la pandemia.
Además, las aerolíneas recibirán 15.000 millones para pagar los salarios de sus trabajadores.
UN ESCUDO PARA PROTEGER A LOS PACIENTES DE GRANDES GASTOS
El texto contiene otras medidas de gran importancia como una especie
de escudo para evitar que los pacientes reciban de manera inesperada
grandes facturas por su cuidado médico, un abuso que se ha agravado
durante la pandemia.
La iniciativa sirve para evitar que los pacientes reciban facturas de
decenas de miles de dólares por cuidados médicos que no sabían que
estaban fuera de la cobertura de su aseguradora.
Por ejemplo, cuando algunos estadounidenses han estado ingresados en
unidades de cuidados intensivos por la covid-19, se les ha cobrado por
servicios de anestesiólogos que no cubrían su póliza, pese a que el
resto de médicos y el propio hospital sí que estaban cubiertos por la
aseguradora.
En EE.UU., el acceso a la salud no es un derecho y, aunque la reforma
sanitaria impulsada por el expresidente Barack Obama (2009-2017) mejoró
la situación, miles de familias se tienen que declarar en bancarrota
cada año por no poder pagar sus facturas médicas.
Por otro lado, la legislación incluye 20.000 millones de dólares para
la compra de vacunas contra la covid-19 y otros 20.000 millones para
test.
.IDA DE NEGOCIOS CON "TRES MARTINIS"
A pesar de la victoria de los demócratas en esos temas sanitarios, el
partido ha expresado su frustración por la inclusión de una exención
tributaria que ha recibido el nombre de "comida de negocios con tres
martinis" de manera irónica, y que permitiría a los negocios no pagar
impuestos por comidas empresariales.
Desde la década de 1980, las empresas en EE.UU. pueden deducir de
impuestos el 50 % de sus gastos en comidas de negocios, pero a partir de
ahora ese porcentaje sería del 100%.
Esa medida ha sido impulsada personalmente por Trump con la idea de
dar un balón de oxígeno a la hostelería, especialmente castigada por la
pandemia; pero los progresistas argumentan que los principales
beneficiarios serán gigantes empresariales que no necesitan ayuda.
El rescate forma parte de un paquete más amplio de gasto federal,
conocido como omnibús, por 2,3 billones de dólares, de los que 1,4
billones son para financiar la Administración hasta septiembre de 2021.
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