lunes, 8 de febrero de 2021

"La bomba de tiempo no se detiene".El BCRA no emitió para el Tesoro en enero, pero sí mucho por intereses

Por Jorge Herrera. 

Sin emisión para asistir al fisco en enero el BCRA convalidó una expansión de la base monetaria de solo $11.050 millones punta a punta. La base cerró el mes pasado en $2,48 billones lo que implica un aumento de 0,4% mensual o del 45% interanual. Este bajo crecimiento se explica porque la gente y los bancos redujeron sus tenencias de pesos, así la circulación monetaria en poder del público cayó un 3% en el mes ($55.552 millones) y la de los bancos un 4% ($11.202 millones) lo que se vio compensado por un aumento del 14% de los depósitos de los bancos en el BCRA (encajes) por $77.804 millones.
Sin embargo, al tomar el promedio mensual de los saldos diarios, para evitar el impacto de las fuertes oscilaciones del cierre de mes por ejemplo por el traspaso de Pases a encajes y otras operaciones (que de un día a otro implican movimientos de cientos de miles de millones), la base monetaria alcanzó un nivel de $2,582 billones a lo largo de enero. De modo que en el mes aumentó un 6% ($156.458 millones) o un 52% interanual ($888.574 millones). En el mes hubo así un incremento de la tenencia de pesos de la gente del 5% (61% interanual) por $70.668 millones y de los depósitos de los bancos en el BCRA del 14% ($85.472 millones). Todos guarismos más acordes con la sensación térmica inflacionaria de la gente.
dolar: a cuanto cerrara a fines de 2021, segun estima el mercado.
Hasta acá podría decirse que pese a no haber emisión para el Tesoro, ya que en enero el BCRA ni le giró Utilidades ni le dio Adelantos Transitorios, hubo una expansión monetaria más acorde con lo que muestran los promedios mensuales que lo acontecido frente al cierre del mes anterior. ¿Qué es lo que está ocurriendo? En parte, este diario ya lo advirtió semanas atrás cuando señaló que la deuda remunerada del BCRA empezó a ser un factor de emisión importante a tener en cuenta. Es que al observar los factores que explican la variación de la base a lo largo del mes pasado (de $11.050 millones) se tiene por un lado que las intervenciones del BCRA en el mercado de cambios generaron una expansión de $12.975 millones (por las compras de u$s105 millones) mientras que el sector público fue contractivo en $52.923 millones (el Tesoro aumentó sus depósitos en el BCRA). Por su parte el sistema financiero también fue expansivo en $14.765 millones (vía Pases expandió $56.261 millones y vía Leliq contrajo $41.496 millones) y el propio BCRA vía las intervenciones con bonos aspiró $46.881 millones. De modo que con todo esto el BCRA contraía la base en más de $72.000 millones. Pero entró a terciar otro factor. Se trata de los intereses que paga el BCRA por su deuda remunerada (Pases y Leliq). Por este canal el BCRA inyectó nada menos que $83.115 millones. De esta manera el balance mensual termina arrojando una expansión de $11.050 millones. Cabe señalar que el BCRA cerró enero con un stock de deuda remunerada de $2,824 billones ($1,74 billones de Leliq y $1,09 billones de Pases), lo que equivale a un 114% de la base. Entonces, el BCRA tiene una base monetaria, digamos sin costo, pero tiene otra más por la que si debe afrontar un costo financiero. Para tener una somera idea de la magnitud de este entuerto, si no ocurriera nada y el BCRA mantuviera las tasas en los niveles actuales de 32% anual para los Pases y 38% anual para las Leliq, el costo anual de intereses superará ampliamente el billón de pesos en 2021. O sea, casi un tercio de la base monetaria actual. Es como un monstruo gigante que se va retroalimentando con sus “propios” intereses. Ya que, todo indica, que el stock de Pases y Leliq seguirá escalando y por ende habrá que afrontar mayores erogaciones de intereses mensualmente que obligan a contraer más vía deuda remunerada y así sucesivamente. Por lo tanto todos los esfuerzos del BCRA para evitar que quede emisión no deseada en circulación vía la esterilización con Leliq terminan siendo casi en vano o insuficientes porque la contracara de la deuda remunerada del ente monetario termina siendo otro factor de expansión determinante. Este fenómeno, por más que los últimos presidentes del BCRA sostuvieran lo contrario y lo ocurrido en estos años lo confirma, hace rememorar al descalabro de la célebre “cuenta regulación monetaria” de los ’80 bajo la gestión de José Martinez de Hoz y al que luego se hizo famoso, el déficit cuasifiscal. El resto es historia como así también el festival de bonos de aquellos años. Lo cierto es que si no se desacelera este taxímetro de intereses y deuda y viceversa la política monetaria y cambiaria se complicará.

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