La Agencia de Protección Ambiental (EPA) estadounidense acusa al grupo de usar un software ilegal para ocultar emisiones nocivas.
La posible manipulación afectaría a 104.000 camionetas y vehículos urbanos deportivos con motor diesel vendidos desde 2014.
Tras conocerse el informe, las acciones del consorcio automovilístico se derrumbaron más de un 16%.
El presidente ejecutivo de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, niega que la compañía haya tenido conductas evasivas.
Marchionne asegura estar en conversaciones con la EPA, a la que le ha ofrecido la documentación pertinente.
La respuesta del grupo parece haber calmado a los inversores. En Milán, sus títulos han llegado a subir hasta un 7,5% esta mañana.
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