WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional ( FMI) se mostró confiado en que el ajuste previsto en el presupuesto
del año próximo será suficiente para alcanzar la meta fiscal de
"déficit cero", minimizando la posibilidad de que una recesión más
profunda de la prevista obligue al Gobierno a ampliar los recortes en el
gasto para cumplir con los objetivos fiscales acordadas con el
organismo, aunque advirtió que ese escenario puede provocar un contagio
"significativo" de la crisis a los países vecinos.
"Tenemos
confianza de que las medidas que se proponen en el presupuesto serán
suficientes para lograr un equilibrio cero", dijo Nigel Chalk, el
economista que supervisa a la Argentina en el Departamento para el
Hemisferio Occidental, en una conferencia de prensa en Bali, Indonesia,
donde se realiza la reunión anual del Fondo y el Banco Mundial, al
presentar el panorama del organismo para América latina.
Chalk
respondió a una pregunta enviada por LA NACION sobre la divergencia en
el pronóstico oficial con el del Fondo para la economía argentina para
este año y el próximo. Mientras el Gobierno estimó en el presupuesto que
el producto bruto interno (PBI) caerá un 2,4% este año y un 0,5% en
2019, el Fondo prevé una recesión más profunda, del 2,6% este año, y del
1,6% el próximo. Para el Fondo, esa divergencia no forzará al Gobierno a
realizar nuevos recortes en el gasto ante la eventualidad de que la
recaudación impositiva sea inferior por la menor expansión.
"El
presupuesto de la Argentina se preparó antes de que hiciéramos el
programa. La situación allí se ha movido bastante rápido. Acordamos un
marco con el gobierno argentino que está alineado con el pronóstico que
produjimos esta semana. El programa se basará en este marco acordado.
Para el presupuesto, no hace una gran diferencia", indicó Chalk.
El
Fondo presentó su panorama económico regional para América latina en
una conferencia de prensa presidida por el director del Departamento del
Hemisferio Occidental, Alejandro Werner. El crecimiento está perdiendo
impulso, evaluó el FMI, con divergencias dadas las crisis en Venezuela y
Argentina, que contrastan con el crecimiento que muestran otras
economías.
El organismo que lidera Christine Lagarde
dejó dos advertencias nuevas atadas a la Argentina. La primera: si la
recesión empeora, afectará a los países vecinos. La segunda: la elección
presidencial del año próximo provocará mayor incertidumbre política y
económica.
"Una
recesión mayor a la esperada en Argentina podría tener efectos derrames
significativos para los países vecinos con una fuerte exposición
comercial", indica el informe, en el apartado sobre riesgos domésticos y
regionales. "Al mismo tiempo, una intensificación de la presión
financiera en Argentina podría resultar en un aumento en la aversión al
riesgo y reversiones en el flujo de capital para las economías
integradas financieramente en la región", agrega.
El
panorama regional también se ocupa de los "riesgos políticos" que
abrirá el calendario en la región. Las elecciones en Brasil, este año, y
en la Argentina, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá, Perú
y Uruguay, el próximo, "darán lugar a incertidumbre económica y
política", dijo el organismo.
Chalk
además confirmó que el board del Fondo aprobaría antes de fin mes la
revisión del acuerdo stand-by con la Argentina, que fue ampliado de
50.0000 millones de dólares a 57.100 millones.
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