FRÁNCFORT, 24 oct (Reuters) - El Banco Central Europeo (BCE) dejó sin
cambios el jueves su política monetaria, tal como se esperaba, pero
mantuvo la puerta abierta a incrementar sus estímulos ya que la economía
de la zona euro sigue sufriendo el impacto de una desaceleración
global.
En momentos en que el crecimiento económico se mantiene
apenas en territorio positivo y la inflación se ubica en menos de la
mitad de su meta, el BCE lanzó un nuevo paquete de estímulo el mes
pasado, recortando la tasa de depósitos bancarios a -0,50% y reanudando
un esquema de compras de bonos.
En
la última reunión del BCE con Mario Draghi al frente de la entidad, las
autoridades monetarias posiblemente reafirmarán el plan de estímulos,
bajo el argumento de que los débiles datos de septiembre justifican las
medidas adicionales, a pesar de la fuerte oposición de funcionarios más
conservadores del BCE.
Christine Lagarde llegará a dirigir el
banco central a partir del 1 de noviembre y es posible que la política
monetaria se mantenga en una suerte de piloto automático en los meses
venideros para darle espacio a lanzar una revisión de los esquemas
estructurales del organismo, tal como prometió.
“El
Consejo de Gobierno espera que las tasas de interés clave del BCE
permanezcan en sus niveles bajos actuales hasta ver que el panorama de
inflación converja sólidamente hacia un nivel cercano o levemente por
debajo del 2%”, declaró el BCE.
La atención se centrará ahora a
la conferencia de prensa que ofrecerá Draghi a las 1230 GMT, la última
como presidente del BCE y en la que es posible que ponga énfasis en los
riesgos bajistas que enfrenta la economía de la zona euro.
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