MADRID, 20 feb (Reuters) - La petrolera española Repsol dijo el
jueves que su beneficio neto ajustado cayó un 36% en el cuarto trimestre
de 2019 por el abaratamiento de los hidrocarburos y una menor
rentabilidad en el negocio de refino.
Por
otra parte, las provisiones vinculadas a sus ambiciosos planes de
descarbonización y a coberturas contra litigios provocaron números rojos
en el fondo de la tabla.
Las grandes petroleras internacionales
han sufrido fuertes descensos en los beneficios de 2019 por unos precios
más bajos del crudo y el gas, y la menor demanda de combustibles.
El
grupo dirigido por Josu Jon Imaz registró un beneficio neto antes de
extraordinarios y a coste constante de inventario (CSS) de 405 millones
de euros entre octubre y diciembre, en comparación con los 632 millones
del mismo periodo de 2018 y por debajo también de la estimación de
consenso de 418 millones de que había proporcionado la compañía.
En
respuesta a la preocupación global por el impacto de los combustibles
fósiles sobre el medioambiente, Repsol anunció en diciembre que quería
reducir sus emisiones de dióxido de carbono a cero neto en el año 2050.
Pero
esta medida conllevó una corrección del valor contable de algunos
activos con un impacto bruto de 4.800 millones de euros, provocando unas
pérdidas netas de 5.280 millones de euros en el cuarto trimestre.
El gigante petrolero británico BP anunció planes similares de descarbonización la semana pasada.
Las
pérdidas netas de Repsol se vieron agravadas por otra provisión de 837
millones de euros para cubrirse del arbitraje que mantiene con la
petrolera china Sinopec por una sociedad conjunta en el mar del Norte
heredada de Talisman, una petrolera canadiense que la española compró
hace un lustro.
Repsol garantizó a los accionistas que las provisiones no afectarían a la remuneración.
Su
filial de refino y márketing (downstream) se vio afectada por una
disminución de los márgenes, que cayeron a 5,6 dólares por barril en el
cuarto trimestre, frente a los 6,2 dólares en el mismo período de 2018.
El flujo de caja libre, una medida seguida muy de cerca por el
mercado al ser un buen barómetro del dinero del que dispone una empresa
para pagar dividendo y recomprar acciones, mejoró un 8% en 2019, hasta
los 5.837 millones de euros.
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