WASHINGTON, 26 mar (Reuters) - La cantidad de estadounidenses que
pidió beneficios por desempleo subió a un récord de más de 3 millones la
semana pasada, ya que las estrictas medidas para contener la pandemia
del coronavirus frenaron al país, causando una ola de despidos que
habría puesto fin al más prolongado auge del empleo en la historia de
Estados Unidos.
El
reporte de solicitudes de beneficios por desempleo del Departamento del
Trabajo ofreció el jueves la evidencia más clara hasta el momento del
devastador impacto del coronavirus en la economía, que ha llevado a la
Reserva Federal a tomar medidas extraordinarias y al Congreso a preparar
un paquete de estímulo por un récord de 2 billones de dólares.
Expertos
dicen que la economía ya está en recesión. Los pedidos semanales de
subsidios por desempleo son el indicador más puntual del mercado
laboral.
Las peticiones iniciales de beneficios por desempleo
crecieron en 3.001.000 a una cifra ajustada por estacionalidad de 3,28
millones en la semana que concluyó el 21 de marzo, eclipsando el récord
previo de 695.000 de 1982, dijo el Departamento del Trabajo.
Economistas
consultados por Reuters habían estimado que las solicitudes habían
crecido en 1 millón, aunque algunas de las proyecciones alcanzaban hasta
los 4 millones.
El Departamento del Trabajo atribuyó el aumento al COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus.
“Durante
la semana que finalizó el 21 de marzo, el aumento en los pedidos
iniciales se debe al impacto del virus COVID-19”, dijo el departamento.
“Los
estados continuaron citando a las industrias de servicios en general,
en particular la hotelería y servicios de alimentación. Otras industrias
muy citadas por el aumento incluyen la atención médica y la asistencia
social, las artes, el entretenimiento y la recreación, el transporte y
bodegas, y las industrias manufactureras”, agregó.
Los
gobernadores de al menos 18 estados, que corresponden a casi la mitad
de la población del país, han ordenado a sus residentes permanecer en
casa. También han ordenado el cierre de los negocios “no esenciales”.
Según economistas, un quinto de la fuerza laboral está en algún tipo de
cuarentena.
Los datos de solicitudes de la semana pasada
probablemente no tendrán impacto en el informe de empleo de marzo, ya
que están fuera del período en el que el gobierno consultó a los
empleadores sobre las nóminas no agrícolas, que cerró la semana del 14
de marzo.
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