PEKÍN/SHANGHÁI, 13 ago (Reuters) - Dos ciudades de China han
encontrado rastros del nuevo coronavirus en pollo congelado procedente
de Brasil y en muestras de empaque alimentario de Ecuador, dijeron
autoridades locales el jueves, lo que hace temer que los envíos de
alimentos contaminados puedan causar nuevos brotes.
Una
muestra tomada de la superficie de alitas de pollo congeladas
importadas a la ciudad sureña de Shenzhen desde Brasil, así como
muestras de empaquetado externo de camarones ecuatorianos congelados
vendidos en la ciudad noroccidental de Xi’An, han dado positivo en el
virus, dijeron las autoridades.
Ambos descubrimientos se producen
un día después de que se encontraran rastros del coronavirus que causa
el COVID-19 en un envase de camarones congelados de Ecuador en una
ciudad de la oriental provincia de Anhui. China ha intensificado los
controles en los puertos en medio de una creciente preocupación por las
importaciones de alimentos.
Las autoridades sanitarias de
Shenzhen rastrearon y analizaron a todos los que pudieron haber estado
en contacto con los alimentos potencialmente contaminados y todos los
resultados fueron negativos, según el aviso de la ciudad.
La
embajada brasileña en Pekín no respondió inmediatamente a una solicitud
de comentarios. Reuters no pudo contactar inmediatamente con la embajada
ecuatoriana en Pekín.
“Es
difícil decir en qué momento se infectó el pollo congelado”, dijo un
representante de una empresa exportadora de carne brasileña afincado en
China.
Además de examinar todos los contenedores de carne y
marisco que han llegado a los principales puertos en los últimos meses,
China tiene suspendidas desde mediados de junio algunas importaciones de
carne de diversos orígenes, incluido Brasil.
El primer grupo de
casos de COVID-19 se relacionó con el mercado de mariscos de Huanan en
la ciudad de Wuhan. Los estudios iniciales sugirieron que el virus se
originó en productos animales a la venta en dicho mercado.
Li
Fengqin, que dirige un laboratorio de microbiología en el Centro
Nacional de China para la Evaluación de Riesgos de Seguridad
Alimentaria, dijo a periodistas en junio que no se podía descartar la
posibilidad de que los alimentos congelados contaminados causaran nuevas
infecciones.
Los virus pueden sobrevivir hasta dos años a
temperaturas de menos 20 grados centígrados, pero los científicos dicen
que hasta ahora no hay pruebas contundentes de que el coronavirus que
causa el COVID-19 pueda propagarse a través de los alimentos congelados.
El
mercado de Xinfadi en Pekín, un enorme mercado de alimentos vinculado a
un brote de infecciones en junio, donde se encontró el virus en una
tabla de cortar en la que se manipulaban salmones importados, reabrirá a
partir del fin de semana.
Todavía no se ha determinado cómo
entró el virus en este mercado, dijo el Centro Chino para el Control y
la Prevención de Enfermedades en su última actualización de la
investigación en julio.
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