Los pedidos iniciales de subsidios por desempleo en Estados Unidos totalizaron 963.000 a tasa desestacionalizada en la semana que terminó el 8 de agosto, en comparación con 1,191 millones de reclamos de la semana anterior, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
Se trató de la menor cifra desde mediados de marzo, cuando las autoridades comenzaron a cerrar los negocios no esenciales debido a la veloz propagación del coronavirus. Economistas encuestados por Reuters esperaban 1,12 millones de solicitudes iniciales de ayuda estatal para la última semana.
A los estados se les indica que deben aportar 100 dólares del beneficio de emergencia, pero los gobernadores han dicho que no tienen esa capacidad financiera puesto que sus ingresos se han visto diezmados por las medidas para contener la pandemia del COVID-19.
Los 300 dólares restantes serán financiados con un programa limitado de ayuda de emergencia para desastres, que según estiman economistas podrá solventar el beneficio hasta inicios de septiembre.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, ha dicho que el plan de Trump proveería 300 dólares adicionales por semana para los desempleados. Grupos de la industria y líderes republicanos han dicho que el sumplemento adicional de 600 dólares por semana estaba alentando a muchas personas a permanecer en sus casas.
Los datos oficiales indican que los pedidos de subsidios por desempleo alcanzaron un pico de 6,867 millones a fines de marzo.
El reporte del jueves también mostró que el número de personas que siguieron recibiendo el beneficio por desempleo después de una semana inicial de ayuda totalizó 15,486 millones en la semana terminada al 1 de agosto, en comparación con 16,09 millones en el periodo anterior.
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