HONG KONG/PEKÍN, 28 nov (Reuters) - China advirtió el jueves a
Estados Unidos que tomaría “firmes contramedidas” en respuesta a la
legislación estadounidense que respalda a los manifestantes
antigubernamentales en Hong Kong, diciendo que los intentos de
interferir en la ciudad gobernada por China están condenados al fracaso.
El presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles una legislación que apoya a los
manifestantes a pesar de la airada reacción de China, con quien está
negociando un acuerdo que ponga fin a su prolongada guerra comercial.
La
legislación exige que el Departamento de Estado certifique, al menos
una vez al año, que Hong Kong es lo suficientemente autónoma como para
justificar que se mantengan las condiciones comerciales favorables con
Estados Unidos que han ayudado a que el territorio crezca como centro
financiero mundial. También plantea la amenaza de sanciones si se violan
los derechos humanos.
Pekín advirtió que Estados Unidos
sufriría las consecuencias de las contramedidas de China si continúa
“actuando arbitrariamente” con respecto a Hong Kong, según una
declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El viceministro
de Asuntos Exteriores de China, Le Yucheng, convocó el jueves al
embajador de Estados Unidos, Terry Branstad, exigiendo que Washington
cese inmediatamente de interferir en los asuntos internos de China y
deje de causar más daño a las relaciones bilaterales.
El
Gobierno de Hong Kong, apoyado por Pekín, dijo que la legislación
enviaba una señal errónea a los manifestantes y que era una “clara
injerencia” en los asuntos internos de la ciudad.
Las protestas
contra el Gobierno han sacudido la antigua colonia británica durante
seis meses, obligando a veces a cerrar comercios, edificios
gubernamentales, escuelas e incluso su aeropuerto internacional.
El
centro financiero disfrutó la semana pasada de un paréntesis a la
violencia con motivo de las elecciones locales del domingo, que dieron
una aplastante victoria a los candidatos favorables a la democracia.
La
policía de Hong Kong entró en la Universidad Politécnica el jueves al
término de un cerco de casi dos semanas en el que se produjeron algunos
de los peores enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de
seguridad.
No se ha podido determinar si quedaba algún
manifestante en el lugar, mientras un equipo de unos 100 policías
vestidos de civil se trasladó al campus para recoger pruebas y retirar
objetos peligrosos como cócteles molotov. La policía dijo que todos los
manifestantes encontrados recibirán tratamiento médico y que las
detenciones no son una prioridad.
La universidad se
convirtió en un campo de batalla a mediados de noviembre, cuando los
manifestantes se atrincheraron y se enfrentaron con la policía
antidisturbios bajo una lluvia de cócteles molotov, cañones de agua y
gas lacrimógeno. Alrededor de 1.100 personas fueron arrestadas la semana
pasada, algunas cuando intentaban escapar.
Testigos de Reuters
en la universidad dijeron que por todas partes había escombros y restos
de los campamentos de los manifestantes, incluidos sacos de dormir,
cascos y máscaras de gas, si bien no se podía ver a ningún manifestante.
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